Cherreads

Chapter 67 - Greengrass

Magnus avanzó por el jardín de la vieja mansión inglesa con esa mezcla de elegancia, tranquilidad y presencia territorial que solo él podía proyectar. Caminaba como si el edificio le perteneciera desde siempre, y Alfred —recto, impecable, silencioso— lo seguía un paso detrás, cumpliendo su papel con esa perfección casi antinatural que lo caracterizaba. 

Para ser un inmueble antiguo, la mansión seguía sorprendentemente bien cuidada. Alguna vez perteneció a un comerciante muggle de mucho dinero, pero ahora no era más que otra propiedad en alquiler, salvo que esta en particular había servido como su base secundaria durante su última estadía en ese mundo. Regresar allí tenía un extraño sentimiento de cierre: lo viejo otra vez nuevo, lo familiar otra vez útil. 

Con un gesto mínimo de su mano, la puerta principal se abrió. El interior estaba silencioso salvo por el crepitar persistente de una chimenea y dos voces —jóvenes, femeninas— conversando en el salón principal. Magnus continuó sin pausa, sin anunciarse. Ya sabía quiénes eran y por qué estaban allí. 

Pero lo que no esperaba fue la escena que lo recibió al cruzar el umbral. 

Sentada en un sillón frente al fuego, Daphne Greengrass intentaba mantener su clásica postura rígida, fría y aristocrática, pero fracasaba. El enorme moretón que cubría la mitad izquierda de su rostro la traicionaba sin misericordia. A su lado, su hermana Astoria también intentó erguirse para saludar, pero un gesto de dolor le crispó suavemente la expresión. 

Magnus suspiró por la nariz, un gesto tan leve que cualquier otro habría pensado que era indiferencia, pero Alfred, acostumbrado a décadas de servicio, supo leerlo bien. 

- Bueno, ahora realmente quiero saber que ocurrió en los diez días que no estuve – dijo el brujo al ver a las hermanas.

- Lord Magnus, gracias por responder a mi llamado - respondió Daphne intentando mantener la compostura. - Lamento que se vea obligado a mirarme en un estado tan vergonzoso.

- No hay vergüenza en enfrentarse a la vida, sino en doblegarse ante sus caprichos y, por tanto, no hay nada que lamentar – fue la respuesta del Gran rey. - Ahora dígame, señorita Greengrass, ¿quién las atacó y cómo se relaciona con que yo esté hoy aquí?

- Si no le importa escuchar, permítame contarle mi historia... 

(Flashback) 

Los pasillos de la mansión Greengrass estaban silenciosos cuando Daphne caminó hacia el estudio de su padre. Gerard había estado desaparecido durante una semana entera tras asistir a lo que llamó "una reunión crucial para el futuro de la familia". Al regresar, se encerró en su estudio como un ermitaño paranoico. 

Algo estaba mal. Muy mal. 

En su camino al estudio de su padre Daphne repasó su situación. Quince días antes, con la ayuda de Morgan, había completado el ritual de Despertar elemental. El ritual en sí no fue muy complicado de realizar y su función era aumentar la afinidad elemental del usuario hasta un punto absurdo, pero a cambio fue necesario sacrificar el poder de su magia no elemental. 

Incluso su varita dejó de funcionarle cuando completó el proceso y fue necesario que Tiaamat la revisara y actualizara para que Daphne pudiera seguir usándola en lugar de tener que comprar una nueva, aunque la Dragonoid le sugirió reemplazarla cuanto antes ya que su compatibilidad no era tan buena como antes. 

Tori también quería realizar el ritual, pero lograron convencerla de que no se apresurara en sus decisiones y prometió al menos considerarlo con más detalle antes de actuar. Solo Blaise realizó el ritual al mismo tiempo que ella y despertó su afinidad por el relámpago mientras ella, como era de esperar, obtuvo el hielo como su elemento. 

El cambio fue mucho más profundo de lo que se podría pensar, no se trató de simplemente ser mejor con X o Y elemento sino de la comunión de dicho elemento con la propia magia. No fue simplemente el cambio en el poder detrás de sus hechizos, sino que incluso el control de su magia se vio dificultado por la transformación cualitativa de su magia interior. 

Desde el día del ritual hasta ahora Daphne se había asegurado de practicar su magia diligentemente, tanto elemental como el plan de estudios de Hogwarts, con el fin de recuperar su dominio de la varita antes de regresar al castillo, después de todo el tiempo se agotaba y no pensaba regresar estando débil sabiendo que este año tendría que enfrentar aun más enemigos que antes. Sin embargo, todavía no había logrado recuperar su habilidad anterior y temía no poder hacerlo a tiempo. 

Aun así, esos eran pensamientos para otro momento pues ya había llegado al estudio de su padre. Al entrar lo encontró sentado detrás de su escritorio, demacrado, pálido, con una expresión pétrea imposible de leer. Su mirada se alzó hacia ella y la atravesó como un cuchillo sin filo: sin emoción, sin humanidad, sin padre. 

- Padre, me llamaste – dijo Daphne tomando asiento frente a él sin siquiera esperar invitación.

- Así es - respondió Gerard sin importarle su falta de cortesía. - Tengo un asunto importante que hablar contigo. Me ha llegado la información de que tanto tú como tu hermana han sido vistas en varias ocasiones en compañía de un hombre de quien yo no sabía nada. 

"Magnus" en ese momento la mente de Daphne se paralizó. "Está hablando de Magnus y su séquito" pero al igual que Gerard mantuvo su rostro sin expresiones mientras lo dejaba continuar. 

- Por supuesto soy consciente de que todo esto fue antes de formalizar tu compromiso y sé que no tengo que recordarte que tus acciones representan el apellido Greengrass y por lo tanto no debes andarte comportando como una puta cualquiera – dijo el hombre en su tono monótono de hablar. - Ahora bien, decidí investigar un poco y resulta que este tal Magnus es el patriarca de la Casa Acser, una familia que se ha hecho conocida últimamente por sus objetos mágicos. Viendo que al menos tu idea de atraer a semejante activo a nuestra familia fue buena, he decidido concertar un matrimonio entre tu hermana y el patriarca Acser, por lo tanto, necesito que te comuniques con él y concertes una reunión entre nosotros cuanto antes – el silencio que siguió a su declaración desconcertó un poco a Gerard, y entonces...

- ¡Estás demente! - Gritó Daphne hecha una furia. - Si piensas por un segundo que permitiré que trates a mi hermana como si fuera un objeto que puedes regalar por beneficios entonces...

- ¡Tendría toda la razón! - la interrumpió Gerard. - No olvides, Daphne, que yo soy Lord Greengrass y tengo la última palabra en asuntos familiares. Ahora dime como contactar a Magnus Acser y luego sal de mi vista. 

"Así que eso es todo".

Su verdadero objetivo siempre había sido contactar con Magnus, se dio cuenta la bruja. No sabía por qué exactamente, pero estaba segura de algo: si su padre estaba tan repentinamente interesado, probablemente fuera una orden de sus amos Mortífagos o, si sus sospechas eran ciertas, incluso del mismísimo Voldemort. 

Así que tomó una decisión. Tanto ella como Astoria tenían que salir de allí. 

- [Stupefy] - con un movimiento rápido lanzó el encantamiento aturdidor que dio de lleno en el pecho de Gerard haciendo que su cabeza quedara colgando hacia adelante. 

Sin perder tiempo Daphne se levantó tratando de salir del estudio, pero en ese momento Gerard se levantó repentinamente varita en mano lanzando rápidamente un encantamiento rompe-escudos contra el [Protego] formado apresuradamente por Daphne seguido por una maldición [Expulso]. 

A pesar de lo brillantemente ejecutada que estuvo su idea Daphne no tuvo en cuenta su estado actual de debilidad por lo que, aunque su hechizo logro aturdirlo, no fue capaz de dejar inconsciente a su padre dándole la oportunidad de contraatacar. De igual manera ocurrió con su escudo que al ser invocado con prisa no era tan firme como debería, lo cual sumado nuevamente al estado debilitado de su magia dio como resultado que su barrera sucumbiera como si jamás hubiera existido permitiendo el paso de la maldición que la golpeó directamente en el lado izquierdo de su rostro y la mando dos metros hacia atrás dejándola tirada en el piso. 

- ¡¿Cómo te atreves a levantar tu varita contra mí?! - Gerard estaba furioso cuando volvió a levantar su varita. - Me harté de tu actitud. Me diras lo que quiero saber de una forma u otra. Cruc... 

- [Bombarda] - Con una sonora explosión la puerta del estudio salió volando de sus bisagras arrojando astillas de madera y trozos de piedra y metal sueltos mientras Astoria, quien había seguido a su hermana permaneciendo oculta entraba en el estudio. 

Gerard no era realmente hábil en lo que a duelos o batallas mágicas se refería, jamás podría compararse con duelistas de la talla de Lucius Malfoy, Barty Crouch Jr., Severus Snape o Bellatrix Lestrange; y mejor ni hablar de leyendas como Flitwick, Dumbledore o el Señor Tenebroso, pero aun así era un mago adulto y relativamente experimentado que incluso participó en dos redadas antes de la caída del Señor Tenebroso contra dos chicas que apenas podrían considerarse adultas bajo las leyes muggles así que, a pesar de la sorpresa, logro esquivar la mayor parte de la explosión saliendo con solo algunos rasguños antes de contraatacar nuevamente con un [Diffindo]. 

El hechizo voló rápidamente rozando la pierna de Astoria quien logró moverse y evitar lo peor del golpe, lamentablemente todavía obtuvo un feo corteen su muslo derecho. 

En ese momento Daphne salió de su estupor. Si bien tanto la entrada y el intercambio de hechizos le parecieron eternos, lo cierto es que todo transcurrió en apenas dos segundos. Pero al ver a su hermanita, la persona más importante en su vida, recibir una herida al intentar ayudarla quebró su autocontrol y de repente se encontró apuntando con su varita a Gerard y pronunciando el único hechizo "elemental" de hielo que conocía. 

- [¡Glacius!]  

El aire a su alrededor cambió repentinamente cuando la temperatura se desplomó en tan solo un segundo mientras de la punta de la varita de Daphne lo que parecía una tormenta de nieve y escarcha se desataba con furia en el lugar donde se encontraba Gerard quien no estaba preparado para recibir un golpe elemental de esa magnitud. 

Cuando el hechizo finalmente terminó Lord Greengrass estaba convertido en un bloque de hielo sin vida. Su padre había muerto y ella fue la responsable, sin embargo, no sentía nada. Ni la tristeza de perder a su padre, ni el arrepentimiento por quitar una vida, ni el desasosiego por lo que deparaba el futuro; si acaso sintió alivio por finalmente liberarse de su control. 

Ya tendría tiempo de procesar sus emociones más adelante, por el momento debe pensar en cómo salir de su situación actual bien librada. En primer lugar, realizó un simple encantamiento de curación en la pierna de su hermana antes de enviarla a empacar todo lo necesario para una estadía prolongada fuera de la mansión. El hogar ancestral de su familia no era seguro en ese momento. 

- ¡Tippy! - su segundo paso fue llamar al elfo domestico de la familia quien emitió un chillido desconcertado al ver el estado del estudio. - Tippy, escúchame con atención, esta es una orden de la más alta prioridad, Tori y yo estaremos fuera de la mansión por un tiempo y tu debes encargarte de mantenerla durante nuestra ausencia, pero lo más importante es que bajo ninguna circunstancia debes decir a nadie lo que pasó aquí, ni dónde estamos nosotras ni mi padre. ¿Entendido?

- Tippy entiende a la señorita. Tippy será una buena elfina y no dirá nada - respondió con voz chillona. 

Con Gerard muerto la máxima autoridad dentro de la familia recaía en Daphne por lo que nadie podría rebatir su orden y así el único ser que podría haber sido un problema fue silenciado de forma simple. 

Mientras esperaba que Tori terminara de empacar tomó pergamino y una pluma del escritorio de Gerard y comenzó a escribir una carta sencilla. Más allá del típico saludo solo era una solicitud de reunión lo más pronto posible explicando brevemente su situación actual. El destinatario de dicha carta era un tal Brujo Rúnico. 

Antes de regresar a Nazar Magnus y sus esposas se reunieron con Daphne una última vez y le explicaron que tal vez estarían fuera del radar por un tiempo y que por lo tanto sería muy difícil contactarlos, pero le dijo que si era absolutamente necesario comunicarse con ellos redactara una carta y la dirigiera, no a Magnus, Tiaamat o Morgan, sino al Brujo Rúnico y que ellos responderían con brevedad. Incluso le dijeron que el mensajero sabría cuando la carta estuviera lista. 

Una vez terminada la carta y sellado el sobre con el escudo de su casa esperó al supuesto mensajero y tres segundos después escucho un graznido mientras el cuervo más grande que hubiera visto literalmente atravesaba las paredes del estudio y se acercaba a ella. Sus plumas finalizaban en un pequeño borde plateado y sus ojos denotaban inteligencia. 

Sabiendo que se trataba del dichoso mensajero Daphne no perdió el tiempo y ató la carta a su pata antes de que el animal despegara una vez más, esta vez atravesando el techo en lugar de la pared. Pocos minutos después bajó Astoria y juntas salieron de la mansión sin mirar atrás. 

Fin del flashback. 

- Después de eso recordé la mansión que alquilaron recientemente y decidí que ese sería nuestro escondite por el momento, después de todo no hay nada que me vincule a este lugar – Daphne finalizó su relato. 

Eso ocurrió dos noches atrás y debido a que decidieron mantenerse ocultas antes de obtener cualquier respuesta no tuvieron la oportunidad de sanar adecuadamente sus heridas con un profesional por lo que en algún momento durante el relato Magnus sacó de su inventario una maceta con un pequeño árbol que emitía un brillo suave y una sensación de calma. 

Su nombre era {Retoño del árbol espiritual} y era un artículo muy útil en Yggdrasil para la exploración de mazmorras ya que al colocarlo en cualquier parte del campamento creaba un área de curación en un radio de 10 metros a su alrededor por lo que no era necesario gastar pociones o energía en hechizos de curación. El efecto fue impresionante y pronto ambas hermanas estuvieron de vuelta en su mejor momento como si nunca hubieran sido heridas. 

Magnus, por supuesto, sabía lo ocurrido antes de pisar la mansión ya que fue informado al llegar a su mansión en Italia por el Demonio de las sombras asignado a la heredera. También era consciente de lo que Daphne quería de él así que desde el principio era él quien tenía la iniciativa en toda la situación. 

Alfred notó que las tazas se habían vuelto a vaciar durante la conversación y las rellenó de té de forma profesional manteniéndose al margen de la charla. 

- Entiendo que están pasando por una situación bastante difícil y agradezco que me avisaras que los mortífagos parecen interesados en mí, pero no entiendo por qué me cuentas el caos de tu familia – dijo Magnus después escuchar el relato.

- Eso es porque quiero, no, necesito tu ayuda, Lord Acser, para reclamar lo que me pertenece, proteger a mi hermana y evitar el destino que mi padre planeaba para nosotras – Daphne sabía que a estas alturas andarse con rodeos y juegos no servía de nada, de hecho, podría ser contraproducente por lo que lo mejor era demostrar su determinación sin vacilar.

- ¿Y por qué, dime, tendría que ayudarte?

- Cuando nos conocimos te presentaste como Lord Magnus Al Acser, Gran rey de la Isla Soberana de Elion – mientras hablaba pausadamente Daphne se levantó de su asiento y caminó frente a Magnus antes de caer sobre una rodilla. - Un rey debe proteger a su pueblo y hoy yo, Daphne Elizabeth Greengrass, Señora de la Más antigua y noble Casa Greengrass por sangre y magia, juro mi varita y mi lealtad, así como las de mi casa, al servicio del Gran rey Magnus Al Acser de Elion. 

Silencio. 

Magnus se quedó en completo silencio sin dejar ver sus pensamientos mientras escuchaba el juramento realizado por Daphne. Su [Ojo de dragón] le permitió notar como la magia ambiental reaccionó al juramento de Daphne reconociendo sus palabras y su efecto vinculante. Después de lo que pareció una eternidad, pero que en realidad fueron solo 30 segundos Magnus finalmente habló. 

- Eres bastante audaz. ¿Entiendes que si acepto tu juramento serán reconocidas como ciudadanas de Elion y por tanto estarán obligadas a sus leyes y no a normas extranjeras que hubieran seguido con anterioridad? - preguntó con seriedad. - ¿Eres plenamente consciente de que a partir del momento en que acepte tu juramento me deberán absoluta lealtad tanto tú como tu Casa, lo que implica también a sus descendientes?

- Lo entiendo y estoy de acuerdo con las implicaciones - respondió Daphne. - Honestamente las mejores perspectivas para el futuro de mi Casa las veo siguiéndolos. Desde que los conocí he estado observándolos y creo que son la clase de gobernantes a los que les puedo jurar lealtad y a quienes puedo acudir en mi momento de necesidad.

- Entonces levántate, Lady Daphne Greengrass, porque acepto tu lealtad y a partir de este momento reconozco a la Muy antigua y noble Casa Greengrass como ciudadanos de la Isla Soberana de Elion - y con esas palabras el pacto se cerró y la magia misma reconoció el juramento. - Ahora bien, dime que quieres hacer a continuación y veré como puedo ayudarte.

- Como quiera su Majestad...

- Sigue dirigiéndote a mi como siempre a menos que la situación requiera lo contrario – la interrumpió Magnus.

- De acuerdo. Para ser honesta no estoy del todo segura – fue la respuesta de la nueva Dama. - El mundo mágico es un desastre y aunque la magia me reconoce como Matriarca de mi casa legalmente aun soy simplemente la heredera. Odio a Gerard y lo que nos quiso hacer y sé que las cosas podrían joderse realmente si Voldemort logra su objetivo, pero no estoy fervientemente en contra de su movimiento, al menos no al nivel de Potter y Dumbledore. Así que, si me preguntas que quiero, supongo que la respuesta es solucionar mi situación legal para poder reclamar el lugar que por derecho me corresponde en el Wizengamot; después de eso supongo que simplemente cumpliré con el papel que se me asigne dentro de tus planes. 

Una gran sonrisa se extendió por el rostro del brujo al escuchar su respuesta con varias ideas y planes desarrollándose rápidamente en su cerebro. En alguna parte había leído que el caos es una escalera y en ese momento aquellas palabras sonaban más reales que nunca. El Gran rey estaba a punto de entrar al tablero y los jugadores no tenían ni idea de lo que les esperaba. 

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Wenaaaassss

¿Qué tal el capítulo? Oficialmente las hermanas Greengrass entran al servicio de Elion, aunque honestamente sus futuros siguen ligados al mundo mágico como representantes de la isla.

¿Cómo piensan que responderá Magnus al interés de los Mortífagos?

Si les gusta la historia dejen una reseña y una piedra de poder.

Dejen sus opiniones en los comentarios.

Nos vemos!!!!

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