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Chapter 35 - Capitulo 34-T2E10:Entre Juegos y Promesas

T2E10-Miércoles 15 de Enero del 2025

La mañana amaneció clara, con un cielo azul que parecía anunciar algo especial.

Nicole caminaba tranquila hacia la escuela, con el corazón ligero: mañana sería el baile, y lo viviría junto a su novio. La idea la llenaba de ilusión, como un secreto que llevaba guardado en el pecho.

Al entrar por el portón, el bullicio de los estudiantes la envolvió. Mochilas golpeando, risas, pasos apurados. Nicole avanzaba con calma, hasta que de pronto lo vio.

Alex estaba en el pasillo, acomodando su mochila sobre el hombro.

Nicole no lo pensó dos veces: corrió hacia él y lo abrazó fuerte, aferrándose como si no quisiera soltarlo.

Alex, sorprendido, sonrió y le besó la frente con ternura.

—Buenos días, amor —susurró, acariciándole el cabello.

Nicole lo miró con brillo en los ojos.

—¿Vas a estar conmigo en el recreo? —preguntó, con voz esperanzada.

Alex dudó un instante, bajando la mirada.

—Voy a jugar un poco de basket con los chicos… —respondió, intentando sonar casual.

El gesto de Nicole cambió de inmediato. Sus labios se apretaron y sus ojos se entristecieron.

—Ah… —murmuró, soltándolo despacio.

Se quedó quieta unos segundos, como si quisiera convencerlo de cambiar de idea, pero al final suspiró.

—Está bien… —dijo, con un tono apagado.

Le dio un beso rápido en la mejilla y se giró para irse, caminando despacio hacia su aula.

Alex la siguió con la mirada, sintiendo un nudo en el pecho.

La tristeza en su gesto le dio pena.

"Quería pasar el recreo conmigo… y yo la dejé sola."

El pasillo siguió lleno de voces, pero para Alex, todo se reducía a esa imagen: Nicole alejándose, con la ilusión rota en su mirada.

🌸 En el aula con las amigas

Nicole entró al aula con pasos lentos, la mirada baja y un gesto de desánimo que no pudo ocultar.

Se dejó caer en su asiento, suspirando, mientras sus amigas la observaban desde el otro lado.

Hengely fue la primera en acercarse.

—¿Qué te pasa? —preguntó, inclinándose sobre su pupitre.

Michelle también se acercó, dejando su jugo sobre la mesa.

—Sí, contanos. Tenés cara de que algo no salió bien.

Nicole levantó la mirada, con los ojos brillando de tristeza.

—Quería estar con Alex… abrazados, compartiendo un momento juntos. Pero hoy prefirió ir a jugar básquet con los chicos.

Las dos amigas se miraron, entendiendo enseguida.

Hengely frunció el ceño.

—Carlos también va a jugar con él. Estoy un poco enojada porque tampoco voy a poder pasar con él en el recreo.

Michelle se acomodó el cabello y sonrió con picardía.

—Bueno, a mí no me afecta. Camilo es más mi tipo… juega voleibol, no básquet.

Nicole la miró, con un gesto de ligera envidia.

—Qué suerte… —murmuró, bajando la mirada.

📱 El mensaje inesperado

De pronto, el celular de Nicole vibró sobre la mesa.

Lo tomó rápido y leyó el mensaje: era de Alex.

"Perdón por lo de hoy… pero quiero pasar un rato con vos en el recreo."

Nicole se quedó quieta, conmovida. Una sonrisa suave apareció en su rostro.

Le respondió enseguida:

"No canceles tus planes por mí. No quiero quitarte la felicidad."

La respuesta de Alex llegó rápido:

"Yo quiero traerte felicidad. No cancelé lo del básquet, solo lo pasé un poco más tarde."

Nicole se llevó la mano al pecho, emocionada.

"Gracias… si estuvieras acá, te besaría."

Alex, confiado, contestó:

"Desde que te vi hoy, quería besarte."

Nicole soltó una risita nerviosa y le envió un emoji de risa y uno de corazón 😂💖.

🤍 Compartiendo la noticia

Nicole levantó la mirada hacia sus amigas, con los ojos brillando de alegría.

—Chicas… cambio de planes. Alex va a estar conmigo en el recreo.

Hengely sonrió, sorprendida.

—Carlos me dijo lo mismo. Parece que los dos decidieron darnos un tiempo.

Michelle, que estaba tomando jugo, levantó el vaso y las felicitó.

—¡Qué bien! Felicidades a las dos.

El aula se llenó de risas suaves y complicidad.

Nicole, que había entrado con tristeza, ahora sentía que el día volvía a iluminarse.

El recreo prometía ser distinto: un momento compartido, un gesto de amor que borraba la desilusión inicial.

🌞 El recreo compartido

El timbre del recreo sonó y los pasillos se llenaron de voces y pasos apurados.

Nicole salió de su aula con la mochila al hombro, todavía pensando en lo que había hablado con sus amigas. Apenas cruzó la puerta, una silueta se interpuso en su camino.

Era Alex.

Sin decir nada, la rodeó con sus brazos y la abrazó fuerte, como si quisiera borrar cualquier tristeza que le hubiera causado antes.

—Perdón por ponerte triste —susurró, con la voz baja y sincera.

Nicole lo miró, con una sonrisa suave, y negó con la cabeza.

—No tenés que disculparte. Lo importante es que ahora vamos a pasar el rato juntos.

Alex la miró con ternura, asintiendo despacio.

—Tenés razón.

Se tomó un segundo para besarle la frente, y luego, aún tomados de la mano, comenzaron a bajar hacia el patio.

El aire del recreo estaba lleno de risas, balones rebotando y grupos de estudiantes conversando. Pero para ellos, todo se reducía a ese gesto: caminar juntos, con la certeza de que ese momento les pertenecía.

Nicole se aferró un poco más a su brazo, como si quisiera asegurarse de que no la soltaría.

Alex la miró de reojo, con una sonrisa que mezclaba alivio y cariño.

El recreo apenas comenzaba, y ya se sentía distinto: no era solo un descanso, era un espacio para reafirmar lo que los unía.

🌳 El recreo en el patio

Nicole y Alex bajaron juntos las escaleras hacia el patio, todavía tomados de la mano. El aire estaba lleno de risas, balones rebotando contra el suelo y grupos de estudiantes que se acomodaban en bancos o bajo los árboles. El sol caía suave, iluminando el césped y dando al recreo un aire de libertad.

Alex la miró de reojo, con una sonrisa tímida.

—¿Estás mejor? —preguntó, acariciándole la mano con el pulgar.

Nicole lo miró con ternura.

—Sí. Ahora que estás conmigo, sí.

Se acercaron a un banco vacío bajo un árbol, el mismo donde Nicole solía estudiar. Ella se acomodó primero, dejando la mochila a un lado, y Alex se sentó junto a ella, tan cerca que sus rodillas se rozaban.

Nicole apoyó la cabeza en su hombro, cerrando los ojos unos segundos.

—Me gusta estar así… tranquila, sin pensar en nada.

Alex la rodeó con un brazo, atrayéndola más hacia él.

—Yo también. Aunque me siento un poco culpable por haberte puesto triste antes.

Nicole levantó la cabeza y lo miró directo a los ojos.

—No tenés que sentirte culpable. Lo importante es que ahora estás acá.

Alex sonrió, y por un instante, el ruido del patio desapareció. Solo estaban ellos, en ese rincón de sombra y calma.

🏀 El juego de fondo

A unos metros, los chicos ya habían empezado a jugar básquet. El sonido del balón golpeando el suelo se mezclaba con los gritos de entusiasmo. Nicole miró hacia la cancha y suspiró.

—Ahí están tus amigos… —dijo, con un tono suave.

Alex la miró, entendiendo lo que pensaba.

—Sí, pero prefiero estar acá. Ellos pueden jugar sin mí un rato.

Nicole sonrió, conmovida.

—Gracias…

Se inclinó y le dio un beso rápido en la mejilla. Alex cerró los ojos, disfrutando el gesto, y luego la miró con picardía.

—¿Solo en la mejilla?

Nicole se rió bajito, dándole un pequeño empujón en el hombro.

—No seas confianzudo.

👀 La mirada de Liam

Mientras tanto, desde la distancia, Liam observaba la escena. Estaba apoyado contra una pared, con los brazos cruzados y la mirada fija en ellos. El abrazo, las risas, la complicidad… todo le quemaba por dentro.

"Siempre juntos… siempre felices. ¿Y yo? ¿Cuándo me toca?" pensó, apretando los dientes.

Nicole lo notó apenas, de reojo. Su corazón se tensó un poco, pero decidió no darle importancia. Se aferró más al brazo de Alex, como reafirmando su elección.

🤍 El momento íntimo

Alex, notando que Nicole se había puesto un poco seria, le acarició el cabello.

—¿Qué pasa?

Nicole negó con la cabeza.

—Nada… solo quiero disfrutar este momento.

Alex la miró con ternura y bajó la voz.

—Mañana en el baile… quiero que sea especial.

Nicole lo miró, con los ojos brillando.

—Lo será. Porque voy a estar con vos.

Se quedaron en silencio unos segundos, escuchando el murmullo del patio, el eco de los balones y las risas lejanas. Para ellos, el recreo se había convertido en un refugio: un espacio donde podían ser simplemente Nicole y Alex, sin celos, sin dudas, solo amor.

🏀 Camino a la cancha

Sentados bajo el árbol, Alex miró hacia la cancha donde sus amigos ya estaban calentando. El sonido del balón rebotando contra el suelo llegaba hasta ellos, mezclado con las risas y los gritos de entusiasmo.

Alex suspiró, acariciando suavemente la mano de Nicole.

—Amor… tengo que ir a jugar un rato con los chicos. Me están esperando.

Nicole levantó la cabeza de su hombro y lo miró con ojos grandes, como una niña pequeña.

—¿Y yo? —preguntó, con un tono dulce y caprichoso—. Yo también quiero… quiero jugar con vos.

Alex se quedó quieto, sorprendido por la forma en que lo dijo. La ternura en su voz, la manera en que se aferraba a él, lo conmovió profundamente.

—¿Vos… querés jugar? —preguntó, sonriendo incrédulo.

Nicole asintió rápido, con una sonrisa traviesa.

—Sí. No quiero quedarme sola mirando. Quiero estar con vos, aunque sea en la cancha.

Alex la miró unos segundos, y luego soltó una risa suave, rendido.

—Está bien… vamos juntos.

Se levantó, le ofreció la mano y Nicole la tomó enseguida, casi saltando de alegría.

🌳 El ambiente del recreo

Caminaron hacia la cancha, rodeados de estudiantes que se agrupaban en los bancos y esquinas del patio. Algunos los miraban con curiosidad: Nicole, con su sonrisa radiante, y Alex, con ese gesto protector que nunca perdía.

Al llegar, los amigos de Alex ya estaban listos. Carlos tenía el balón en las manos, y Camilo lo animaba desde la línea.

—¡Alex! ¡Pensamos que no venías! —gritó Carlos.

Alex levantó la mano en señal de saludo.

—Sí, vine… pero hoy no estoy solo.

Todos miraron a Nicole, que se aferraba a su brazo con una sonrisa tímida.

—¿Vas a jugar también? —preguntó Camilo, divertido.

Nicole levantó la barbilla con orgullo.

—Claro que sí.

🏀 El juego compartido

El partido comenzó. Alex se movía con agilidad, corriendo de un lado a otro, mientras Nicole lo seguía, riendo cada vez que intentaba alcanzar el balón.

—¡Pasámelo! —gritó, levantando las manos.

Alex, con una sonrisa, le lanzó el balón suavemente. Nicole lo atrapó con torpeza, casi perdiéndolo, pero logró sostenerlo.

—¡Lo tengo! —dijo, riendo.

Corrió unos pasos y lo lanzó hacia el aro. El balón rebotó en el borde y cayó fuera, pero todos aplaudieron su intento.

Alex se acercó enseguida, la rodeó con un brazo y le susurró:

—Muy bien, amor. Para ser tu primera vez, jugaste perfecto.

Nicole lo miró con los ojos brillando de alegría.

—Lo importante es que estoy con vos.

Alex la besó en la frente, conmovido.

—Eso es lo que más me importa.

🌳 En la banca después del partido

El partido había terminado y el patio comenzaba a calmarse. Los chicos seguían comentando las jugadas, pero Nicole y Alex se apartaron hacia una banca bajo la sombra de un árbol.

Alex se dejó caer, respirando hondo. El sudor le perlaba la frente, aunque todavía mantenía una sonrisa tranquila.

Nicole, en cambio, estaba exhausta. No era tan atlética y el esfuerzo la había dejado con las mejillas encendidas y la respiración agitada.

Alex la miró con ternura.

—Estás cansada… —dijo, sacando de su mochila una botella de agua.

Se la pasó suavemente.

—Tomá, te va a hacer bien.

Nicole la aceptó enseguida, bebió un sorbo largo y suspiró aliviada.

—Gracias… —murmuró, apoyando la cabeza en su hombro.

Alex sonrió y le acarició el cabello.

—Voy a comprar algo enseguida. No tardo.

Nicole asintió, todavía con la botella en la mano.

—Está bien.

Alex se levantó y se alejó hacia el kiosco del patio, dejándola sola por unos minutos.

📱 El juego en el teléfono

Nicole, aburrida, tomó el celular de Alex.

Lo desbloqueó y buscó un juego que siempre había querido probar. Era de pago, y ella no tenía dinero para comprarlo en su propio teléfono.

—¡Ah, acá está! —dijo para sí misma, con una sonrisa traviesa.

Jugó unos minutos, riendo cada vez que lograba avanzar de nivel. Pero pronto se cansó y dejó el celular a un lado.

Sacó el suyo, encendió la pantalla y revisó las notificaciones.

💬 El mensaje de Liam

Entre los mensajes, uno llamó su atención: era de Liam.

"¿Tenés libre el almuerzo? Si no, podemos hablar por chat."

Nicole se quedó pensativa unos segundos. Sabía que Liam estaba intentando acercarse, pero también sabía que el almuerzo lo tenía ocupado.

Escribió con cuidado:

"Lamentablemente voy a estar ocupada en el almuerzo… pero te aviso para hablar en el chat."

El mensaje se envió y, al poco tiempo, Liam respondió:

"Está bien. Me conformo con eso."

Nicole suspiró, guardando el celular. No quería que Alex se pusiera celoso otra vez, pero tampoco quería ser descortés con Liam.

🍦 El regreso de Alex

Nicole seguía sentada en la banca, con el celular en la mano, cuando vio a Alex regresar desde el kiosco. Caminaba con paso tranquilo, pero en sus manos llevaba dos cosas: una bebida fría y un helado.

—Mirá lo que te traje —dijo, sonriendo mientras levantaba el helado como si fuera un premio.

Nicole abrió los ojos sorprendida.

—¿Un helado? —preguntó, con una mezcla de alegría y ternura.

Alex se sentó a su lado, todavía un poco agitado por el partido, y le pasó primero la bebida.

—Para que te hidrates… —dijo, con voz suave.

Luego le ofreció el helado.

—Y esto… porque sé que te gusta.

Nicole lo tomó enseguida, con una sonrisa que iluminó su rostro.

—¡Me encanta! —exclamó, dándole una pequeña mordida al helado y cerrando los ojos de gusto.

Alex la miró, conmovido por la forma en que disfrutaba algo tan simple.

—Sabía que te iba a alegrar.

Nicole lo miró con ternura, todavía con el helado en la mano.

—Siempre pensás en mí… hasta en los detalles más pequeños.

Alex bajó la mirada, un poco sonrojado.

—Es que me gusta verte feliz.

🌳 Un momento compartido

El patio seguía lleno de voces y risas, pero en la banca parecía que todo se había detenido. Nicole alternaba entre beber un sorbo y darle otra mordida al helado, mientras Alex la observaba con una sonrisa tranquila.

Ella, agotada por el partido, se recostó suavemente en su hombro.

—Estoy cansada… pero esto me hizo el recreo perfecto.

Alex le acarició el cabello con calma.

—Entonces valió la pena.

Nicole levantó la cabeza y lo miró directo a los ojos.

—Gracias, Alex.

Él se inclinó y le besó la frente, con un gesto lleno de ternura.

—No tenés que agradecerme. Con vos, todo es más fácil.

Nicole sonrió, con el helado todavía en la mano, y pensó que ese gesto sencillo —un helado y una bebida— decía más que mil palabras. Era cuidado, era amor, era la promesa de que, incluso en los momentos más simples, Alex siempre estaría ahí para ella.

🌸 Diversión en los bancos

Después de terminar el helado y la bebida, Nicole y Alex se quedaron en los bancos del patio, disfrutando de la sombra del árbol. El recreo seguía vivo alrededor: risas, pasos, balones rebotando, pero para ellos el mundo se reducía a ese rincón.

Nicole, todavía con energía infantil, se acomodó frente a Alex y lo miró con una sonrisa traviesa.

—¿Sabés qué? No quiero que el recreo sea solo de estar sentados. Quiero que nos divirtamos acá.

Alex arqueó una ceja, curioso.

—¿Divertirnos cómo?

Nicole se inclinó hacia él, con los ojos brillando.

—Como sea… jugando, molestándonos, riéndonos. Quiero que sea un recreo especial.

Alex sonrió, conmovido por su entusiasmo.

—Está bien, princesa. ¿Qué proponés?

🎲 Juegos improvisados

Nicole miró la mesa de madera del banco y sacó una moneda de su bolsillo.

—Vamos a jugar a adivinar. Si sale cara, me tenés que decir algo lindo. Si sale cruz, yo te digo algo lindo a vos.

Alex se rió.

—Eso no es justo. Siempre vas a ganar.

Nicole lanzó la moneda y salió cara.

—¡Me tocó! —exclamó, con una sonrisa triunfante.

Alex suspiró, fingiendo derrota.

—Bueno… algo lindo. Mmm… me gusta cómo me mirás, como si yo fuera lo único que existe.

Nicole se sonrojó, bajando la mirada.

—Eso sí fue lindo… —murmuró, escondiendo la sonrisa.

Volvió a lanzar la moneda y esta vez salió cruz.

—¡Ahora me toca a mí! —dijo, emocionada.

Lo miró directo a los ojos.

—Me gusta cómo siempre encontrás la forma de cuidarme, aunque sea con cosas pequeñas.

Alex sonrió, conmovido, y le acarició la mano.

—Me vas a hacer llorar.

😂 Bromas y risas

Después de varios lanzamientos, Nicole se cansó del juego y comenzó a molestar a Alex con pequeñas bromas.

—A ver… ¿qué pasa si te hago cosquillas acá? —dijo, tocándole el costado.

Alex se retorció, riendo.

—¡No, no! ¡Eso no vale!

Nicole lo miró con picardía.

—Entonces me ganás en básquet, pero yo te gano en cosquillas.

Alex, entre risas, la atrapó con sus brazos y la acercó a él.

—Ahora sí, no te escapás.

Nicole se rió fuerte, apoyando la frente en su pecho.

—¡Está bien, me rindo!

🌌 El momento íntimo

Después de tanta risa, se quedaron en silencio unos segundos, respirando juntos. Nicole, todavía con la sonrisa en los labios, lo miró con ternura.

—Me gusta que podamos divertirnos así… como si el mundo no existiera.

Alex la miró, con los ojos brillando.

—Es que para mí, cuando estoy con vos, el mundo no existe.

Nicole se sonrojó, bajando la mirada, y se aferró a su brazo.

El recreo seguía su curso, pero en los bancos, ellos habían creado su propio universo: uno hecho de risas, juegos improvisados y palabras que se quedaban grabadas en el corazón.

🌸 El final del recreo

El timbre sonó, anunciando el fin del recreo. El patio comenzó a llenarse de estudiantes que regresaban a sus aulas, pero Nicole se quedó quieta, con las mejillas infladas y un gesto infantil de inconformidad.

—Quería seguir jugando contigo… —murmuró, bajando la mirada, como una niña pequeña que no quiere que termine el juego.

Alex la miró con ternura. Se inclinó hacia ella y, sin pensarlo demasiado, le dio un beso suave en la boca.

Nicole abrió los ojos sorprendida, pero enseguida sonrió, con el corazón latiendo rápido.

—Mañana me vas a tener solo para vos —dijo Alex, con voz firme y cariñosa—. Todo el baile… yo voy a ser para vos.

Nicole se quedó inmóvil unos segundos, procesando esas palabras. Luego, una felicidad inmensa la invadió. Sus ojos brillaron y lo abrazó fuerte, escondiendo el rostro en su pecho.

—Eso me hace tan feliz… —susurró, con voz temblorosa de emoción.

Alex la rodeó con sus brazos, disfrutando de ese instante como si fuera un secreto compartido.

🚶‍♂️ Camino al aula

El pasillo estaba lleno de voces y pasos apurados, pero Alex caminaba despacio, acompañando a Nicole hasta su aula. Ella iba aferrada a su brazo, con una sonrisa que no podía ocultar.

Cada paso era ligero, como si el beso y las palabras de Alex hubieran borrado cualquier tristeza anterior.

Nicole sentía que el mundo entero se había reducido a ese trayecto: ella, él, y la promesa de mañana.

Al llegar a la puerta del aula, Alex se detuvo.

—Nos vemos después… —dijo, acariciándole la mejilla.

Nicole lo miró con ternura, todavía abrazada a su brazo.

—Sí… pero ya me dejaste feliz.

Se soltó despacio, entró al aula y se giró una última vez para mirarlo. Alex le sonrió, y ella sintió que el corazón le estallaba de alegría.

Nicole se sentó en su pupitre con una sonrisa que sus amigas notaron enseguida. El recreo había terminado, pero para ella, lo importante no era el juego ni el tiempo perdido: era la certeza de que mañana, en el baile, Alex sería completamente suyo.

El día continuaba, pero Nicole ya lo vivía con la ilusión de lo que estaba por venir.

📖 Hora libre inesperada

El timbre sonó anunciando el cambio de clase, pero la profesora entró al aula con una sonrisa distinta.

—Chicos, hoy tienen la hora libre. Aprovechen para descansar o adelantar tareas.

El murmullo se extendió por todo el salón. Algunos sacaron sus celulares, otros se agruparon en pequeños círculos para charlar. Nicole, sentada en su pupitre, se quedó pensativa. La noticia le dio un respiro inesperado.

Sacó su celular y lo encendió. La pantalla brilló con notificaciones, pero una en particular llamó su atención: el chat con Liam.

💬 El mensaje a Liam

Nicole dudó unos segundos, mordiendo suavemente su labio. "Si le escribo ahora, no habrá problema. Tengo tiempo libre."

Abrió la conversación y comenzó a teclear:

"Hola, me dieron hora libre. ¿Querés hablar un rato?"

El mensaje salió rápido, y Nicole apoyó el celular sobre la mesa, esperando la respuesta.

No tardó mucho. La pantalla vibró y apareció el texto de Liam:

"Claro que sí. Justo estaba pensando en vos. ¿Cómo estás?"

Nicole suspiró, mirando de reojo a sus amigas que conversaban entre ellas. Se inclinó sobre el pupitre y respondió:

"Estoy bien… un poco cansada por el partido en el recreo, pero feliz. ¿Y vos?"

🌌 La conversación

Liam contestó enseguida:

"Yo también estoy bien. Quería saber si en el almuerzo ibas a estar libre, pero me conformo con que hablemos ahora."

Nicole se quedó pensativa. No quería que Alex se enterara de esa insistencia, pero tampoco quería ser descortés.

"En el almuerzo voy a estar ocupada… pero ahora podemos hablar. ¿Qué tenías en mente?"

Liam escribió:

"Nada en especial. Solo quería escucharte. Me hace bien hablar con vos."

Nicole bajó la mirada, sintiendo un nudo en el pecho. Sabía que Liam seguía teniendo sentimientos, y aunque ella estaba feliz con Alex, no podía ignorar la sinceridad en sus palabras.

🌸 El contraste

Mientras escribía, Nicole pensó en Alex. Recordó el beso en el recreo, el helado, la promesa de que mañana sería solo para ella. Una sonrisa suave apareció en su rostro.

Respondió a Liam con cuidado:

"Gracias por decirme eso. Me alegra que podamos hablar, aunque sea un rato."

Liam contestó con un emoji de sonrisa y un corazón.

Nicole lo miró unos segundos, suspiró y guardó el celular.

La hora libre seguía su curso, pero en su interior, Nicole sentía que estaba caminando sobre una cuerda floja: entre la felicidad que le daba Alex y la sombra persistente de Liam, que no dejaba de buscar un espacio en su vida.

🌆 Camino a casa

Las clases terminaron y el bullicio del colegio se fue apagando poco a poco. Nicole salió del aula sin apuro, con su mochila colgada y una sonrisa tranquila. Apenas cruzó la puerta principal, Alex apareció y le tomó la mano con naturalidad.

—Vamos —dijo, con voz suave.

Nicole lo miró de reojo, con un gesto juguetón.

—Y no me vuelvas a asustar como la otra vez.

Alex bajó la mirada, sonriendo con culpa.

—Perdón… no lo haré más.

Nicole suspiró, pero al instante le apretó la mano con cariño.

—Te perdono otra vez. Pero aprovechando que estás acá… quiero que vengas a mi casa. Quiero enseñarte cómo voy a ir al baile mañana.

Alex la miró sorprendido, y luego sonrió.

—Claro. Vamos.

🏠 Llegada a casa de Nicole

Al rato, llegaron a la casa de Nicole. Luisa, su madre, estaba en la sala doblando ropa. Al verlos entrar, se levantó con una sonrisa.

—Hola, chicos. ¿Qué harán?

Nicole respondió enseguida:

—Le voy a enseñar a Alex cómo voy a ir al baile mañana.

Luisa sonrió y se inclinó hacia Alex, susurrándole al oído con complicidad:

—No ha dejado de hablar del baile desde que supo que iba contigo.

Alex se rió bajito, un poco sonrojado.

—Lo imagino.

Nicole los miró con curiosidad, pero no preguntó nada. Tomó la mano de Alex y lo llevó directo a su cuarto.

🚪 En el cuarto de Nicole

Alex se dejó caer en la cama, acomodando la mochila a un lado. Nicole entró al baño con el vestido en brazos.

—No ensucies el vestido, ¿eh? —bromeó Alex desde la cama.

Nicole abrió la puerta del baño apenas para asomarse y lo miró con fingida seriedad.

—¿Me estás diciendo sucia? Porque si es así, te saco de mi casa.

Alex levantó las manos, riendo.

—Jamás te diría eso. Solo quiero que lo cuides, porque sé que te va a quedar perfecto.

Nicole cerró la puerta del baño, pero no pudo evitar sonreír.

👗 La revelación completa

La puerta del baño se abrió despacio y Nicole salió con pasos suaves, sosteniendo la falda con delicadeza.

Alex levantó la mirada y se quedó en shock.

Nicole llevaba un vestido claro con pequeños brillos que reflejaban la luz, dándole un aire mágico y elegante. El tejido caía con suavidad, marcando su silueta sin exagerar, y cada movimiento hacía que los destellos se encendieran como estrellas diminutas.

En el cabello, tenía un accesorio delicado, una diadema con detalles plateados que resaltaba su rostro y le daba un toque juvenil.

Sus zapatillas eran lindas y sencillas, de tono claro, combinando perfectamente con el vestido y aportando comodidad sin perder estilo.

Alex la miraba sin poder hablar, con los ojos abiertos y el corazón acelerado.

—Wow… te ves hermosa —murmuró, casi sin aire.

Nicole, sonrojada, bajó la mirada y jugó con sus dedos.

—Gracias… aunque mañana, con maquillaje, me voy a ver mejor.

Alex sonrió, todavía impactado.

—No hace falta maquillaje. Ya estás perfecta.

💋 El beso

Alex, con esa confianza que lo caracterizaba, inclinó la cabeza y preguntó con picardía:

—¿Puedo besarte así de linda?

Nicole lo miró, fingiendo molestia.

—Siempre tan confianzudo…

Pero al final, sonrió y asintió.

—Está bien.

Alex se levantó, la tomó suavemente de la cintura y la besó en la boca, despacio, con ternura. Nicole cerró los ojos, sintiendo cómo el corazón le latía más rápido.

Cuando se separaron, ella lo empujó suavemente en el pecho, todavía sonrojada.

—No abuses de tu confianza…

Alex rió bajito, acariciándole la mejilla.

—No puedo evitarlo. Con vos, todo me sale natural.

Nicole escondió el rostro en su hombro, feliz y nerviosa a la vez. El cuarto se llenó de un silencio dulce, como si el mundo entero se hubiera detenido para ellos.

🎮 Diversión después del vestido

Nicole salió del baño con ropa normal: una blusa sencilla y un pantalón cómodo. Había dejado cuidadosamente el vestido guardado en su armario, asegurándose de que no se arrugara.

Alex, que seguía sentado en la cama, la miró con una sonrisa traviesa.

—Así también te ves linda… aunque ya extraño el brillo del vestido.

Nicole rodó los ojos, divertida.

—Bobo. Ahora quiero relajarme, no estar de gala.

Se acercó al escritorio y sacó un par de cartas de un juego que solía tener guardado.

—¿Jugamos? —preguntó, levantando las cejas.

Alex se levantó enseguida.

—Claro. Pero te advierto que soy competitivo.

Nicole sonrió, acomodándose en el suelo con las cartas.

—Pues yo soy tramposa.

😂 El juego improvisado

Comenzaron a jugar, riéndose cada vez que uno hacía trampa o se equivocaba. Nicole, con su estilo juguetón, inventaba reglas nuevas a cada rato.

—Si saco esta carta, significa que me tenés que dar un abrazo.

Alex la miró, fingiendo incredulidad.

—Eso no está en las reglas.

—Ahora sí lo está —respondió ella, riendo.

Alex se inclinó y la abrazó fuerte.

—Entonces me gusta este juego.

Nicole se sonrojó, pero no dejó de reír.

—No abuses.

🌸 El cierre del día

Después de varias rondas, terminaron tirados en la cama, riendo por las ocurrencias del juego. Nicole se acomodó contra el pecho de Alex, todavía con la sonrisa en los labios.

—Me gusta que podamos divertirnos así… —susurró, con voz suave.

Alex le acarició el cabello.

—Yo también. Y mañana, en el baile, vamos a divertirnos aún más.

Nicole cerró los ojos, abrazándolo con fuerza.

El capítulo se cerraba con esa imagen: dos jóvenes enamorados, jugando como niños, pero soñando con el día siguiente que prometía ser inolvidable.

"Fin del Capitulo 34-T2E10"

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