«Se fue a la mierda, todo se fue a la mierda» «¿Por qué me hiciste esto, padre?» Damian estaba dibujando en una de las habitaciones de la mansión.
La puerta se abrió y Cassandra se asomó con una sonrisa nerviosa.
-Holi, Dami, lo siento, ¿Puedo usar está habitación? Es que invité a unas amigas -Cass sonrió nerviosamente.
Damian la miró con odio, tomó sus cosas y se largó dejando unas feromonas de rechazo a su paso.
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Más tarde, Damian bajó las escaleras con unas galletas escondidas en su bolsillo, había logrado escabullirse en la cocina y robar un par.
Quería comerlas con sus hermanos, con Tim, Jason y Dick, también con Duke y Steph aunque no fueran sus hermanos, sin embargo, cuándo estaba a punto de abrir la puerta de la sala, escuchó risas.
Se quedó quieto, simplemente escuchando. Estaban todos sus seres queridos y alguien más, Cassandra Cain, el reemplazo que Batman consiguió cuando se hartó de Damian o al menos así lo sintió él.
Cassandra había sido entrenada para ser un arma desde que nació, igual que él, había sido entrenada por la Liga de Asesinos, igual que él y Batman la había adoptado.
¿Porque si ya tenía a un hijo con esas cualidades? ¿Por qué había buscado reemplazarlo tan pronto?
Apretó los puños y se fue del lugar, lo peor no era que Bruce la hubiera adoptado, sino que le estaba robando todo, pieza a pieza y él no podía hacer nada.
Le estaba robando sus lugares especiales, pequeños espacios en la mansión que usaba para realizar actividades tranquilas, como pintar, dibujar o leer, simplemente se un chico normal y olvidarse de su pasado. Luego le empezó a robar algunas armas que dejaba por ahí por si acaso. Y finalmente le estaba robando a sus hermanos.
Las personas con las que tanto tiempo luchó, Dick al que veía como un ejemplo a seguir secretamente, a Jason con el que le gustaba convivir por su personalidad parecida, se sentía comprendido cuando estaba con él, a Tim, quien era al único que le permitía decir algo de sus errores, al primero que acudía cuando necesitaba algo, Steph que se había vuelto lo más cercano a una amiga para él y Duke que era casi otro hermano para él.
«Ya me arrebató todo...» Azotó la puerta de su cuarto cuando entró «¿Que sigue? ¿Jon?» Se detuvo en seco ante ese pensamiento. «¿Jon?...»
★★★
Damian estaba entrenando furtivamente en la Baticueva, entonces la escuchó, ella se acercó como si nada.
-Hola, ¿Puedo unirme? -Preguntó con una sonrisa.
Damian chasqueó la lengua, pero lo permitió, ella sonrió y tomó una katana para entrenar con Damian.
Pero Damian dejó salir su frustración arremetió contra ella sin piedad, sus katanas chocaban sacando ligeras chispas.
Cassandra pensaba que estaba pasando tiempo con alguien que la entendía, con alguien que podía verla, no como arma, sino como familia.
Pero le bastó con ver la expresión de Damian, la tensión en su cuerpo, sus ojos, para darse cuenta de que ella no era bienvenida en su pequeño círculo.
-Damia- El demonio terminó con una patada directa en su estómago, lo que la mandó a volar.
-¡Cass! -Tim bajó enseguida, seguido por los demás, llendo a auxiliar a Cain.
-¿Pero que te pasa? -Preguntó Duke.
Damian los miró, incluso Dick estaba ahí, con ella, de su lado. Apretó los puños y subió corriendo, azotando la puerta detrás de él.
-¡Damian! -Dick corrió tras él, cuando abrió la puerta de Damian, este no estaba y el viento mecía las cortinas de una ventana abierta.
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Damian saltaba de techo en techo, no pensaba en nada, ni siquiera estaba pendiente de que estaba haciendo, algunas lágrimas se deslizaban de sus mejillas.
Damian sabía que no tenía derecho a sentirse así, que lo mismo había pasado con él, que él incluso le robó a Tim el título de Robin, pero saber eso no calmaba el dolor de ser desplazado.
No podía creer que se rindieran con él tan fácilmente, pensó que tenía una familia, que tenía hermanos, pero bastó con la llegada de alguien más para que se diera cuenta de la verdad, estaba solo, siempre estuvo solo.
Un mal paso por culpa de que las lágrimas no le dejaban ver bien terminó con él resbalando de la orilla de un edificio.
«¡Mierda!» Cerró los ojos, pero el golpe nunca llegó, en cambio, un calor lo envolvió.
-¿Robin?... ¿Estás bien? -El demonio conocía bien está voz, abrió los ojos.
Sí, Damian no estaba completamente solo, aún le quedaba una persona, empezó a negar con la cabeza y Jon lo entendió. Se lo llevó a dónde nadie pudiera verlo tan vulnerable.
★★★
Damian finalmente estaba calmado, estaban sentados en la cima de un edificio, mirando la ciudad.
-¿Que es lo que pasa, Dami? -Jon no se había alejado de su lado.
-... Tu... No me vas a abandonar... ¿Verdad? -Susurró Damian.
-¿Que? Claro que no... Jamás te abandonaría, Dami -Lo abrazó, Damian se aferró él, no, ya había perdido bastante, no dejaría que Cassandra le quitara a su mejor amigo también.
-Necesito que me lo prometas...
-... Dami, ¿Qué está pasando? -Se apartó para mirar a su mejor amigo, está actitud no era común en él.
-... Bueno, te dije que a Batman se le ocurrió adoptar a una idiota el año pasado... ¿No? -Jon asintió -.Pues me lo está quitando todo, Jonathan, a mi familia, mis amigos, todo... No quiero también me quite a ti...
-Oh Dami... -Lo abrazó.
-Me siento como un estorbo en mi maldita casa... -Damian se aferró nuevamente a su mejor amigo -.Siento que no debo sentirme así, que yo hice lo mismo en su momento, pero mierda...
-Yo sé... Yo sé... Dami, no eres un estorbo
Jonathan se quedó consolando a Damian, hasta que esté inconscientemente se durmió, Jon sonrió lo llevó a su propia casa, se excusó con su madre de que Damian había discutido con su familia y se quedaría está noche.
Aunque en realidad no quería que escuchara la pequeña charla que tendría con su familia.
