Finalmente llegó el día que tenía más ansiosos a los pequeños compañeros. El cumpleaños del pequeño kriptoniano.
La fiesta se mantuvo simple debido a las advertencias constantes de Damian sobre el Rut de Jon.
Tim y Conner asistieron, su madre y padre estaban ocupados hablando con ellos. Jon estaba aburrido, miraba el reloj, la once.
«Dijo que vendría... Supongo que un Wayne miente bien»
Dejó de esperar, se levantó y se fue a su habitación, cerró con seguro y se dejó caer en la cama, cerrando los ojos con tristeza, sentimiento que se vio interrumpido cuando escuchó a alguien colarse por la ventana.
-¿Llego tarde? -Se burló Damian, Jon lo derribó.
-Pensé que no vendrías -Jon dejó salir algunas lágrimas.
Damian había sido entrenado desde muy pequeño, la regla era no sentir, ni culpa ni remordimiento por nada, nunca. Pero Jon siempre lograba sacar esa emoción en él.
-Lo siento... Hubo una crisis, tuve que encargarme, vine tan rápido como pude y... -Sacó un regalo -.Te traje algo
-Ay Dami... -Sonrió y se secó las lágrimas, tomado el regalo y abriéndolo, Damian se sentó frente a él, viendo como habría el regalo como niño en navidad.
-Oh... -Sacó el pequeño peluche de Robin con una nota.
"Te traje un peluche que no se queja, no habla, no llora y no hace estupideces. Aprende de él."
Damian lo había comprado para fastidiarlo, para su sorpresa, Jonathan lo abrazó.
-Gracias, es mi héroe favorito -Damian chasqueó la lengua y se cruzó de brazos.
-Idiota
«Lo voy a matar antes de que él me mate a mí de diabetes»
Así el pequeño kriptoniano cumplió un año más, llegó a los quince, Damian se sentía orgulloso de lograr que el pequeño sobreviviera por tanto tiempo.
Sin duda, a pesar de sus expectativas extremadamente bajas, Jonathan había logrado demostrar que podía ser un gran compañero y amigo para un demonio.
Entonces sucedió.
Jonathan cayó al suelo y empezó a retorcerse, algo en su interior no estaba bien y amenazaba con matarlo.
-Duele... -Gimoteó cuando la sensación empeoró, Damian estuvo a punto de acercarse cuando lo percibió.
El aroma que aún no había podido definir bien que era, el aroma que había detectado solo cuando descubrió la naturaleza de Jon.
Pino.
Damian retrocedió inmediatamente al reconocer la situación, algo en su interior le gritó en advertencia.
«Tengo que salir de aquí» Se apresuró a la ventana y cuando estuvo a punto de salir se detuvo, la imagen de Jon hecho un ovillo y llorando movió algo dentro de él, no podía dejarlo así. «Maldición»
Se apartó de la ventana y corrió hacia Jonathan quien no paraba de llorar y quejarse.
-Tranquilo, estoy aquí, no voy a ir a ningún lado... -Aunque Damian sostuvo a su amigo no supo que hacer.
Entonces lo recordó, recordó las habilidades que tenía un dominante en todo caso.
Miró a Jonathan, dudó, pero finalmente se quitó la pulsera supresora, liberando su aroma.
-Estoy aquí... -Puso la cabeza de su amigo en su regazo, este tomó varias bocanadas de aire antes de relajarse. Su dolor se había calmado -.Tranquilo... Eso es... -Acarició el cabello del Alfa buscando calmarlo.
Miró a la puerta, estaba un poco ansioso, si alguien entraba el no tendría como explicar nada y no podía dejar a Jonathan en ese lugar, por su bien.
-... Tenemos que irnos, ahora -Ayudó a Jonathan a levantarse y salió por la ventana.
★★★
Llegó a la Fortaleza de la Actitud y condujo a Jonathan a la habitación más gruesa que había, pudo identificar porque Jonathan se mostraba recio a entrar la primera vez. Había un poco de kriptonita roja tras las paredes.
Lo ayudó a llegar a una esquina y se sentó con él, las feromonas de Jonathan salían con fuerza debido a su Rut, pero a Damian pareció no importarle.
En todo caso, estaba acostumbrado al aroma, en las montañas heladas donde pasó su infancia, había muchos pinos, por lo que el aroma era de lo más familiar para él.
-Tranquilo... Respira... -Acarició el cabello de Jon.
-Duele... Que pare... -Dejaba salir una que otra lágrima.
-Lo sé, lo sé, es una mierda, pero va a pasar -Suspiró cuando Jon se acurrucó más en su regazo.
Así no era como se imaginaba el Rut de un Alfa Dominante, pensó que lo atacaría, pero no, era como un pequeño niño asustado. Damian no se había dado cuenta hasta ese momento que se tomó para mirarlo, pero Jon no había soltado el peluche.
Esto le sacó una sonrisa irremediablemente.
Pero todo se rompió en tan solo unos instantes.
Batman entró, vió a su hijo acurrucado con el hijo del super en Rut, no iba a permitir eso.
-Damian, ven aquí, ahora -Usó su voz Dominante, pero eso no funcionó en Damian, no cuando tenía sus feromonas protegiéndolo.
-No, Jon me necesita
-Esta en Rut, Damian, podría atacarte en cualquier momento
-¡Él nunca me haría eso!
-¡Tú no lo sabes! ¿En serio quieres arriesgarte a ser marcado?
Damian abrió la boca para responder, no pudo, pero se aferró más a Jonathan, este abrió los ojos y respiró hondo.
-Da-Dami... -Damian lo miró.
-Tranquilo, estoy aquí, no voy a dejarte solo -Le dijo con seguridad.
Jon se apartó y lo miró, en un instante, tuvo a Damian frente a Batman, este apenas pudo reaccionar.
-Espera, ¡Jonathan! -Jon cerró la puerta para que Damian no pudiera pasar.
Damian golpeó la puerta, Jon se deslizó y se aferró al peluche, el dolor volvió a intensificarse y Jon se hizo un ovillo mientras empezaba a sollozar.
-¡Jonathan! -Intentó abrir la puerta pero fue inútil -.Abre la puerta, padre, él me necesita
-No, es un Alfa, tu un Omega, ¿No entiendes el peligro?
-Llevo con el como dos horas desde que entró en Rut y no me ha hecho nada
-Pero podría perderse y atacarte
-¡Él jamás me haría daño!
-¿¡Por qué confías tanto en él!?
-¡Porque lo prometió!
-Entonces tu deberías empezar a cumplir tus promesas
-¿De que estás ha- Batman precionó un botón antes de que Damian pudiera terminar.
<¡¿Entonces no vendrás a mi cumpleaños?!>
<¿Quieres que vaya?>
<¿Prometes que te irás?>
<¿No importa lo que pase?>
<¿Promesa kriptoniana?>
<... Promesa kriptoniana...>
Damian bajó la mirada y apretó los puños, Batman puso una mano en su hombro.
-Sé que quieres ayudarlo, pero hicieron una promesa y es tu obligación cumplirla
-Prometí irme si las cosas se ponían feas, esto no es una situación crítica, él me necesita -Sacó su katana -.No lo diré otra vez, padre, abre la maldita puerta
Batman negó con la cabeza y esquivó el ataque de Damian, le metió una llave y le inyectó un tranquilizante.
-N-no... -Mientras su visión se nublaba miró hacia la puerta -.Jonathan...
Y todo se oscureció.