-Ha sido un largo tiempo, Dami...
Jon y Damian estaban sentados en el borde de un edificio, Damian se había quedado mirando al suelo, sin saber muy bien que hacer.
-Creciste -Mencionó de pasada antes de mirarlo un momento y volver a bajar la mirada. «Jodidamente bien»
-Sí -Rió nerviosamente, no espera que su reencuentro fuera tan incómodo -.Fueron muchos años, Dami
-Solo fueron tres, exagerado -Damian bufó y lo miró, pero Jon tenía una expresión seria.
-Fueron nueve años, Dami
-¿Nueve años? -Damian fruncío el ceño -.¿De qué estás hablando? Fueron tres
-Para ti -Aseguró, luego miró al cielo -.Cuando tu te fuiste... -Damian bajó la mirada -.Me fuí a entrenar con mi abuelo
-¿Tu abuelo no estaba muerto?
-Eso mismo pensé, pero parece que sobrevivió a la explosión, me fuí seis años -Damian entonces entendió.
-Desfase temporal
-Exactamente... Aquí pasó un mes... Dami... Para ti fueron tres años -Miró sus propias más y las cerró en puños, no con ira, sino con tristeza -.Para mí fue casi una década -Damian hizo cuentas rápidas.
-Bueno... Supongo que ganaste... -Jon frunció el ceño y lo miró -.Eres insoportable
-Pero tu mejor amigo -Contestó por la fuerza de la costumbre, algo que los años no habían podido borrar.
-Un idiota
-Soy más alto -Entonces Jon captó -.Oh... -Damian dejó salir una ligera carcajada.
-Sí...
Luego ambos se quedaron callados, no sabían que decir, habían pasado demasiadas cosas y no sabían por dónde empezar o siquiera si debían empezar.
Damian se sobó el cuello, un poco incómodo, además de que tenía que mantener una perfecta respiración para mantener su corazón a raya.
-Emm, veo que lograste tu objetivo... No percibo ni una pizca de tu aroma
-Si... -Frunció el ceño -.Tampoco percibo el tuyo...
-Mi abuelo me enseñó a controlarlo...
-Oh...
-Sí... -Volvieron a quedarse en silencio. Damian fue quien rompió esta vez.
-Así que... Ahora eres Superman, ¿Cómo te vas con eso?
-Pues... Seguir los pasos de mi padre es más difícil de lo que creí en un principio
-¿Ah sí? -Damian le puso especial atención cuando dijo eso.
-Sí... Y siendo honesto... No creo poder llenar el hueco que él dejó al retirarse... -Hizo una mueca y miró a otro lado. Damian suspiró y puso una mano en su hombro.
-Si alguien puede hacerlo, eres tú
-¿Tu crees?
-No me habría molestado en entrenarte de creerte un caso perdido -Jon sonrió y recargó su cabeza en su hombro.
-Gracias, Dami... -Damian sonrió y acarició su cabello.
-Deber del mejor amigo... -Jon cerró los ojos y dejó que Damian lo acariciara.
«Como te extrañé... Maldito idiota»
-Te gusta mi cabello
-Nunca dije algo así...
-Sí lo hiciste -Jon abrió los ojos y lo miró, Damian tuvo que apartar la mirada al no poder hacerle frente a la intensidad de los ojos de Jon.
Esos dos pedazos de cielo lo ponían mal de maneras que solo él entendía y que deseaba ser el único en entender.
Entonces reaccionó y lo miró con sorpresa.
-¿Estabas despierto?
-Totalmente
-¡Hijo de-
★★★
Dick estaba tecleando algo en la baticomputadora, estaba más tranquilo ahora que sabía que Damian estaba bien.
Sintió una presencia detrás, no se giró para mirarlo, pero su expresión se endureció.
-No sé que es lo que quieres... Pero no eres bienvenido aquí -Se giró y miró a Superman.
-Vine a ver a Batman -Respondió rápidamente.
-No, no sé que quieras, pero no lo vas a hacer
-No puedes detenerme, Dick... Ni a mí, ni a la maldición.
-Puedo y lo haré, pero mientras tanto te daré una advertencia -Se levantó y empezó a caminar hacia él -.No te acerques a Batman, no te acerques a mis hermanos, no te acerques a mi hogar, todo lo que pisas lo destruyes, incluso lo que quieres... Aún conservo una copia de esos papeles...
-Pero los destruiste...
-¿Crees que destruiría algo así sin tener una copia antes? Me subestimas, Clark -Dick se detuvo frente a Superman, este apretó los puños y miró a otro lado.
Batman apareció entre las sombras, habiendo observado el intercambio, se acercó y puso una mano en el hombro de su hijo mayor.
-Dick -Este lo miró.
-Dile, dile que se largue, ya lo arruinó todo, ¿¡Por qué aún lo recibes aquí!?
-Es un aliado
-A la mierda con eso, ¡Bien! Ustedes ya están jodidos, genial, pero no involucren a mis hermanos... -Empezó a caminar a la salida -.O a mi -Azotó la puerta al salir.
-Lo sabe... -Dijo Superman cuando Dick se fue. Batman sintió que el mundo se detenía y lo miró.
-¿Que sabe?
-Todo... O bueno, la versión resumida... Encontró unos papeles
-Pensé que los habías destruido -Batman lo miró con dureza. Clark bajó la mirada.
-No pude... Lo siento
-Carajo...
-Empezó a hacer preguntas y... Se enteró de la maldición... Me odia, Bruce...
-... Y desgraciadamente te corresponde cargar con ese odio
-Lo sé... -Miró a otro lado.
-Ambos... Cargaremos con las consecuencias de nuestras decisiones
-Fue mi culpa... El como terminó -Batman lo miró, el dolor que había enterrado luchaba por resurgir, pero lo dejó a un lado y le dió la espalda.
-Fue mi culpa por dejar que iniciara -Entonces el silencio reinó en la cueva.
Bruce sabía que su maldición eventualmente lo alcanzaría a él o a sus hijos. Se sentía impotente al no poder hacer nada a pesar de ser el causante.
Aún peor, no sabía cómo advertirles a sus hijos que no se dejarán tentar por la oscuridad porque los tragaría.
No servía decir "si tan solo" porque no cambiaría nada, no anularía su dolor, no anularía la decepción que provocó Superman cuando dijo aquellas palabras esa noche.
Y Clark no podía cumplir su promesa, su primera promesa kriptoniana, no podía arreglar lo que le fue forzado a romper.
Ninguno de los dos podía hacer nada, lo habían intentado, pero fracasaron, fracasaron como padres, aliados...
Y destinados.