Aunque los viajes en helicóptero eran relativamente rápidos, tardó 16 horas en llegar al centro de entrenamiento, en una montaña nevada, esto le sirvió para calmar sus lágrimas y volver a su expresión seria de siempre.
Fue recibido por un anciano de postura firme y unos ojos llenos de vida para su edad.
Damian bajó del helicóptero y el anciano se acercó con una sonrisa seguido de sus hombres.
-Así que tú eres el hijo de Talia -Damian asintió una vez -.Su naturaleza es de Omega... ¿No? -Damian apretó los puños, el anciano emitió una ligera risa -.Oh... La dulce e ingenua Talia... Omega o Alfa, un Dominante es un Dominante, alguien hecho para dominar... Le aseguro que encajará perfectamente aquí
El anciano empezó a caminar y Damian lo siguió, los hombres cargaron su equipaje.
Pasaron al interior de la montaña, dentro era como el recinto de Liga de Asesinos donde Damian hacia crecido. Uno notable huella de los orígenes de este clan.
Pasaron por varios pasillos que daban ver el duro entrenamiento que se impartía ahí, pero también el equilibrio que se buscaba. Algunos peleaban con katanas, disparaban flechas, corrían por una pisar de obstáculos, mientras que otros meditaban, leían o realizaban otras actividades.
Damian se sorprendió un poco, al ser un clan que tuvo sus raíces en la Liga, esperaba algo más atroz, el líder notó su expresión y sonrió.
-Quiero aclarar que no somos como la Liga... Nuestros métodos son mucho más efectivos -Se detuvo frente a una habitación y lo miró -.Por cierto, es el primer Omega Dominante que pisa este lugar
-Ya se me hacía...
-Y compartirá habitación con dos estudiantes, llegaron hace unas horas, igual que usted -El líder abrió la puerta y Damian pudo ver a un chico y una chica peleando en el suelo.
-Ay, ay, ay, ¡Ya! ¡Me rindo! -Dijo el chico golpeando el suelo.
La chica lo liberó de su llave y miró a la puerta.
-Vaya, ¿Un Omega?
-¿Y? -Damian entró como si fuera dueño del lugar y se sentó en la cama donde estaban sus cosas.
-¿No tienes miedo? -Se burló el Alfa.
El líder suspiró ante su actitud infantil y se paró en el centro de la habitación para captar la atención.
-Este es Damian, su compañero a partir de ahora, un Omega Dominante
-Con todo respeto, señor, ¿Por qué trae a un Omega a un centro de Alfas?
-No es un centro de Alfas, señorito Wilkes, es para Dominantes
-Ja, este enano no podría aguantarme una pelea -Dijo la chica, Damian se tronó los dedos y se levantó.
-Desafio aceptado -Dijo poniéndose de pié frente a la chica.
-Luego no estés llorando, Omega -Dijo la chica.
Solo intercambiaron tres golpes, pero fueron suficientes para que la chica quedara sin posibilidades de levantarse.
-Ahí lo tienen -Dijo el líder con una sonrisa complacida -.Un Dominante es un Dominante -Les dió la espalda y se fue.
★★★
Damian cuidó de la chica hasta que está despertó, entonces Damian finalmente pudo saber su nombre.
-Tsk, nada mal para un Omega... Bueno, dominante es dominante, soy Maya, por cierto, Maya Ducard
-Yo soy Colin Wilkes -Damian los miró un momento, lo dudó pero finalmente habló.
-Damian -Dijo para después darles la espalda.
-¿Damian qué? -Preguntó Maya.
-No tengo apellido -Respondió secamente.
-¿Eh? ¿No será que vienes del bajo mundo? Tranquilo, aquí no juzgamos -Dijo Colin mientras se cruzaba de brazos.
-Digamos que algo parecido -Fue la única pista que les dió Damian.
★★★
Pasaron unas semanas, para Damian fue fácil adaptarse a los entrenamientos del clan que ahora sabía que se llamaba Hokori.
Damian estaba entrenando con su katana, firme, seguro, distante del ajetreo a su alrededor. Entonces recibió un reglazo en su brazo.
«¿Pero que carajos?» Damian miró al maestro que lo había golpeado.
-Tus feromonas
-¿Y qué quieres que haga?
-Temperamental, ya veo, dominas la espada pero no tu corazón
-¿Eh? -Estas palabras lo confundieron, solo siguió al maestro cuando le hizo una seña para que lo siguiera.
Llegaron a una sala donde había bastantes Alfas, sin embargo fue conducido hasta el fondo donde Colin y Maya estaban peleando de nuevo.
-Ustedes tres van a recibir el mismo tipo de entrenamiento, debido a que ambos ya tienen lo físico le enseñaremos a controlar lo emocional y mental...
-¿Que tiene que ver eso con controlar el aroma? -Preguntó Colin mientras tenía a Maya agarrada del cabello.
-Todo, no puedes controlar algo si no tienes equilibrio en ti mismo primero
-Tiene sentido -Observó Maya quien tenía también agarrado del cabello a Colin.
-TT -Damian se cruzó de brazos y los observó un momento, tal vez podría enseñarles algo de trabajo en equipo para que dejarán de pelear como niños de kinder -.Esto va a ser interesante...
★★★
Damian estaba afilando su espada, eso lo relajaba, lo ayudaba a pensar y a distraerse del calor que recorría su cuerpo.
Parte del entrenamiento era mantener la cabeza todo el tiempo en su ciclo de calor. Debía admitir que era difícil, pero era un Wayne y un Al Ghul, no iba a caer ante el calor.
Sin embargo, en este lugar no eran tan retorcidos como en la liga, sabían lo que era un instinto y que suprimirlo no era lo mismo que controlarlo.
Por lo tanto, tenía la clara indicación de que si sentía que su calor lo vencía, se fuera a encerrar en una de las habitaciones que tenían preparadas para contener a los Dominantes en sus ciclos de calor. Sin embargo, después de cinco celos creía finalmente tener el control en sus instintos.
Damian terminó de pulir su katana y sonrió satisfecho, un ruido sordo le llamó la atención y se giró para ver. Era Maya.
-Hola, ¿Cómo te va?
-Estoy en control... Más o menos -Suspiró y dejó la katana suavemente en la mesa -.¿Que se te ofrece?
-Colin y yo vamos a ir un rato a la sala de "Comité" ¿Vienes? -En su pequeño tiempo de estancia que llevaba ahí, Damian se había hecho cercano a ellos dos. Al punto de pasar bastante tiempo con ellos.
La sala de "Comité" era solo una sala en desuso que Damian había descubierto y que ellos ocupaban para comer o conversar más privadamente.
-Bien... Voy -Damian siguió a Maya por los pasillos, cuidando que nadie los siguiera, no querían que alguien invadiera su espacio que habían creado.
-Sí, reunión de mejores amigos...
-Solo una persona puede llamarme su mejor amigo y hacerse llamar mi mejor amigo
-Uy, que serio -Maya rodó los ojos y siguió caminando.
-Ya me conoces... -Respondió.
-Colin, más vale que no lo hayas comido -Dijo Maya mientras entraba a la sala seguida de Damian.
-Que no, mira, está entero -Colin señaló el pastel frente a él.
-¿Que celebramos? -Preguntó Damian tomando asiento frente a ellos.
-Hoy es 1 de mayo -Empezó a hablar Colin, emocionado, pero Damian se quedó petrificado, un nudo en la garganta.
-Colin y yo encontramos esa fecha marcada en tu calendario, intuimos que era tu cumpleaños
-¡Feliz cumpleaños! -Gritaron al mismo tiempo.
Damian no lo toleró más y dejó salir las lágrimas, Maya estaba a punto de abrazarlo, pensando que estaba conmovido, pero Colin la detuvo.
-Espera, Maya, algo anda mal... -Dejó el pastel a un lado y se acercó al moreno -.¿Estás bien? ¿Que pasa?
-... No es mi cumpleaños... Es el de él...
Maya y Colin se miraron simultáneamente con preocupación, temiendo haberla regado totalmente.
-¿Él? -Preguntó con cuidado Maya.
-Mi mejor amigo... Yo... -Se levantó y se alejó unos pasos -.Lo siento, nos vemos
Damian salió corriendo y se encerró en el lugar que tenía asignado, donde estaba su nido, donde estaba ese peluche que le daba estabilidad.
Se hizo un ovillo mientras se aferraba a ese peluche como si su vida dependiera de ello.
★★★
Salió después de unas horas Colin y Maya lo estaban esperando, en cuanto salió, Maya se acercó y lo abrazó, este correspondió.
-Lo sentimos, Damian... -Dijo Colin mientras se añadía al abrazo.
-Esta bien... -Dijo correspondiendo a medias al abrazo.
-No sabíamos lo que habías perdido -Dijo Maya. Aunque Damian sintió un nudo formarse en su garganta, detectó el malentendido y se vió obligado a aclararlo.
-Mi mejor amigo está vivo... -Dijo en un susurro.
-Hay más de una manera de perder -Murmuró Colin. Damian dejó salir una lágrima.
-En serio lo sentimos... Damian
-... Wayne... Mi apellido es Wayne -Susurró. Los chicos se miraron entre ellos, sorprendidos, pero no soltaron a su amigo.
-Muy bien, señor importante... ¿Aún quieres pastel? -Damian rió por lo bajo y asintió.
-¡Genial! No creo poder con el solo... -Maya y Damian rodaron los ojos.
★★★
Pasó un año, Damian había crecido y se había fortalecido tanto física como mentalmente.
Sus muros habían bajado un poco, aunque no era precisamente extrovertido, ya no estaba tan cerrado a las personas.
-¡Dami! -Maya sonrió y lo abrazó por atrás. Damian rió y la miró.
-Esto es nostálgico
-¿Eh? -Maya ladeó la cabeza. Damian sonrió.
-Jonathan solía decirme así y luego derribarme... -Maya le jaló la oreja a Damian -.¿Eso por qué?
-Siempre hablas de él -Damian alzó una ceja.
-No es cierto
-Lo es -Dijo Colin sumándose al grupo -.Siempre estas, Jonathan esto, Jonathan aquello -Puso su brazo sobre el hombro de Damian.
-TT, cállate -Se cruzó de brazos.
-¿No será que te gusta?
-Es un estúpido niño llorón -Dijo Damian finalmente apartándose.
-No dijiste que no -Se burló Maya.
-No digan tonterías -Sonrió -.A menos de que ustedes estén listos para admitir sus sentimientos
-¿¡Cu-cuales sentimientos!?
-¡Y-yo a esta la odio!
-¡Jodete, maldito idiota!
Damian observó a sus amigos pelearse entre ellos y soltó una carcajada, el líder del clan, Aki se posicionó al lado de Damian. {Aki, del kanji 秋, significa 'otoño'}
-¿No deberían estar entrenando ahora mismo? -Se cruzó de brazos.
Los jóvenes pararon y luego salieron disparados a la sala, Damian iba a seguirlos pero fue detenido por Aki.
-Un momento, ¿Podemos hablar, Damian?
-Sí, señor -Damian lo siguió a través de los muros del lugar y llegaron a una sala donde Aki le invitó a tomar asiento frente a una mesa de cristal.
-Has hecho notables progresos, recuerdo que cuando llegaste tu aroma era increíblemente intenso, ahora ha disminuído bastante
-Gracias, señor... ¿Puedo preguntar por qué estoy aquí?
-Quería pedirte perdón
-¿Por qué? -Damian fruncío el ceño y se cruzó de brazos.
-Cuando llegaste pensaba en ti como un trofeo, algo que irle a restregar en la cara a tu madre... Sin embargo, ahora te veo como lo que eres... Un chico que busca demostrar que su naturaleza no lo controla -Dijo en una voz que sonaba a lamento.
Damian bajó la mirada, solo un momento, luego volvió a mirarlo a los ojos y sonrió, muy levemente.
-Esta bien... Agradezco que me haya aceptado aquí en primer lugar y darme la oportunidad de controlar lo que soy -Aki asintió.
-Me alegra ver cuánto has crecido, muchacho, como penitencia... Yo mismo vigilaré y guiaré el entrenamiento de tus amigos y tú
-Se lo agradecería mucho... Señor -Aki asintió y le sirvió una taza de té. Damian la aceptó.
-Ya empiezas a controlar tu aroma, por lo que imagino que tus celos son menos tortuosos
-Me encantaría que así fuera... Aún los sufro mucho... -Dejó escapar un suspiro.
-Mmm, eso sí que es interesante, ¿Has intentado con actividades? -Damian asintió -.¿Música? -Damian asintió -.¿Objeto de apoyo?
-Ayuda un poco...
-¿Persona?
-¿Persona? -Damian casi se atragató con el té.
-Al ser Omega, podría ayudarte pensar en esa persona que te roba los suspiros
-No hay na-
-Lo veo en tus ojos, seré viejo, pero por eso me es más fácil notarlo... -Damian lo miró, las manos temblaban levemente, intentando negarse a esa idea, porque destruiría todo lo que había construido con cuidado -.Tienes una persona especial en tu vida... En tus ojos guarda el anhelo de ver a esa persona de nuevo -Sonrió al ver cómo Damian se agitaba levemente ante esa idea.
Damian bajó la mirada y dejó el té en la mesa, con cuidado, como si fuera a romperse de igual manera.
-Me retiro -Se levantó y caminó a la salida.
-Tu celo es en una semana... Si crees que miento, piensa en esa persona, si su recuerdo no te trae calma... Entonces este viejo ya cayó en demencia senil -Rió ligeramente.
Damian le dedicó un ligero asentimiento antes de irse y cerrar la puerta suavemente.
Los amigos de Damian estaban esperando pacientemente al final del pasillo, cuando lo vieron, Maya alzó la mano.
-¡Dami, apúrate que el profe nos regaña! -Damian bufó, pero corrió hacia ellos y juntos fueron a tomar la clase.
★★★
-No es justo, Dami -Maya se cruzó de brazos.
-Lo es y quien aceptó en primer lugar fuiste tu -Respondió Damian.
Maya había apostado que si Damian lograba robarle una daga al profesor durante la práctica, ella se declararía a la persona que le gustaba.
-¡Pero-
-No, sin peros, anda -Empujó a su amiga fuera de la habitación.
-Eres cruel...
-Pero justo -Aseguró Damian antes de cerrar la puerta.
Estaba cansado denlas miradas que se dedicaban sus amigos y que lo usarán como desahogo emocional, había tenido suficientes quejas y palabras frustradas de sus amigos.
«No soy psicólogo» Suspiró y se acercó a su escritorio para poder empezar a estudiar cualquier cosa.
No pasó mucho antes de que la puerta se abriera de sopetón y Maya entrara con una gran sonrisa y abrazara a Damian emitiendo gritos agudos que casi dejaban sordo a Damian.
-Adivinaré... Te corresponde -Dijo Damian sin despegar la mirada de su libro.
Colin entró a la habitación con un notable sonrojo y sobándose la nuca, sin saber bien que decir.
-Creo que ahora sí puedo creer que fuiste casamentero -Damian sonrió y vió como Maya abrazaba a Colin.
-Mi mejor amigo y yo juntamos a dos personas que se amaban mucho... -Damian miró a otro lado, un poco nostálgico.
-Ah no, nada de tristeza -Maya lo jaló a un abrazo grupal. Damian suspiró y se dejó abrazar.
-Cuando salgamos de aquí, les mostraré Gotham... -Dijo con un sonrisa.
-Seamos un equipo -Soltó Maya -.Esto hizo que los dos chicos la miraran. Damian con confusión y Colin con emoción.
-Seremos el mejor equipo -Continuó Colin, claro, con tu mejor amigo dentro -Damian rió. Pero estuvo de acuerdo.
-Estoy seguro de que seremos buenos -Dijo Damian.
★★★
Su celo finalmente empezó, estaba encerrado en la habitación, aferrado al peluche, luchaba contra el calor que sentía en su cuerpo. Podía mantenerse bien durante el primer día, pero el resto era insufrible.
°Si crees que miento, piensa en esa persona°
Damian suspiró profundamente, miró al techo, no perdía nada con intentarlo, así que cerró los ojos y dejó que los recuerdos de Jon invadieran su mente.
Recordó los entrenamientos, las patrullas, las peleas, los abrazos y lo suave del cabello de Jonathan. Recordó el baile, el como al final del día habían terminado bailando y riendo bajo un tejado. Sonrió, pero luego abrió los ojos con el ceño fruncido.
-No era diabetes, eh... -El celo se había calmado, pero su pecho se inquietó ante la verdad -.Mierda
★★★
Damian estaba sentado en su cama, dió click en reproducir, un vídeo de él y Jonathan, sintió su pecho doler y arder al mismo tiempo, dejó salir unas lágrimas. Maya entró a la habitación.
-¿Damian?... -Se acercó y se sentó a su lado.
-... -Damian seguía sollozando, buscando procesar todo, darle sentido a su dolor, algo que no fuera lo que ya había descubierto -.Maya... yo... Lo amo... -Y un peso salió de su cuerpo al decir las palabras en voz alta, incluso su pecho dolió un poco menos -.Lo extraño... Maya... Carajo... -Se agarró la cabeza con ambas manos.
-Ay, Dami -Le acarició la espalda, ayudando a calmarlo.
-Mierda... -Damian ya no podía mentir, ni siquiera disimular lo mucho que quería volver a verlo, que Jonathan volviera a abrazarlo, volver a acariciar su cabello, ver esos ojos azules que aunque lo negara, lo habían dejado cautivado desde hace mucho tiempo.
-Esta bien... Cuando salgamos de aquí... Podrás verlo nuevamente
-Maya... Estoy seguro de que cuando salgamos de aquí... Verlo ya no me bastará
-Entonces intenta cortejarlo
-¿¡Estás loca!? ¡¡Lo perdería!!
-¿Cómo estás tan seguro?
-Él no... No me ve de esa forma -Se sobó la nuca.
-Entonces haz que te vea, ¡Ya sé! -Se levantó de golpe y miró a Damian -.Cuando nos graduemos y salgamos de aquí, Colin y yo te vamos a ayudar a conquistarlo
-TT... No digas tonterías
-Lo digo en serio Dami, será nuestra primera misión en equipo -Damian soltó una carcajada.
-Bien, bien, solo porque lo pediste
-Ach, solo acepta que el te encanta -Lo abrazó -.Y que no desperdiciarías la oportunidad de tenerlo solo para ti -Damian la apartó con un empujón juguetón, pero lo rojo en sus orejas habló por él.
★★★
Pasó otro año, Damian finalmente había dominado su aroma y celo en situaciones normales. Por lo que ahora luchaba por controlarlo en batalla.
-Otra vez -Dijo Aki, Damian apretó la katana en su mano y embistió de nuevo.
El reto era atacar sin dejar salir ni una pizca de su aroma. Sin embargo, era de lo más difícil, la adrenalina y las emociones fuertes no ayudaban en nada.
-¡Esto es imposible! -Gritó Maya desde el fondo, también estaba estancada en el mismo punto que Damian.
-Concuerdo contigo, no hay modo -Dijo Colin igual de estancado.
-Tómense un descanso -Dijo Aki poniendo sus manos tras la espalda y saliendo de la habitación.
-Esto es imposible -Se quejó Colin mientras iba a abrazar a Maya.
-Definitivamente -Respondió.
Damian estuvo de acuerdo y se pasó una toalla por los hombros, por el sudor.
-Tiene que haber una maldita manera... -Damian suspiró frustrado.
-A este paso, nunca vamos a graduarnos -Se quejó Maya.
-Vayamos a la biblioteca, seguro hay algo que nos ayuda -Damian empezó a caminar, tras una ligera queja sus amigos siguieron detrás de él.
Estuvieron un rato buscando hasta Damian encontró un libro que empezó a hojear.
-Pelear sin pensar...
-¿Eh? -Sus amigos voltearon a verlo.
-Pelear sin pensar
-Damian, es como si nos pidieras comer sin tragar -Damian rodó los ojos ante el comentario de Colin.
-Se puede... Y creo que es la solución... Pero va a requerir tiempo para dominarlo
-Saldremos de aquí cuando tengamos treinta -Se quejó Maya.
-Muy probablemente -Le concedió Damian.
★★★
-Y así fue como llegué aquí -Maya dejó salir un suspiro.
Los chicos habían decidido contar sus historias y el como habían llegado a manos del clan Hokori.
Maya había perdido a su padre, fue adoptada por una mujer que le hizo ver que su padre no era la mejor persona, y después fue encontrada por un miembro del clan, quien la invitó ahí para controlar su aroma.
-Me sorpresa que hagamos esto hasta ahora -Dijo Colin sirviéndose un vaso de jugo de uva -.Bien, mi turno, vengo de Nueva Jersey... Yo... Soy huérfano, emmm e iba de camino a Gotham cuando me trajeron aquí
-¿Por qué ibas a Gotham? -Preguntó Damian.
-Porque quería ver a Batman, es genial
-¡Y Robin también! -Dijo Maya.
-Antes de venir aquí, escuché que era un Omega, ¿Creen que sea cierto? -Colin se cruzó de brazos.
-Estoy seguro de que es verdad -Respondió Damian.
-¿Que te hace estar tan... Oh, eres de Gotham, ¿Lo llegaste a ver pelear? -Colin miró a su amigo, un poco entusiasmado.
-En primera fila -Dijo sirviéndose un vaso de jugo.
-¿Cuál es tu historia, Dami?
-... Yo crecí al lado de mi madre... Ella me entrenó y crío para ser grande... Hasta que mi subgénero fue revelado, entonces me desprecio y me envió con mi padre... Mi padre ni siquiera sabía de mi existencia, pero me recibió y ahí conocí a mis tres hermanos, Dick, Jason y Tim... Tres idiotas si me lo preguntan... Pero son mis hermanos, tardaron un poco... Bueno, demasiado, pero finalmente me aceptaron y yo logré conectar con ellos -Suspiró y miró a otro lado -.Luego conocí a mi mejor amigo
-Al amor de tu vida -Corrigió Maya.
-Ahg, cállate -Soltó una risa -.Estuvimos juntos en toda clase de cosas, pero finalmente mi aroma se hizo un problema grave... Y mi padre me envió aquí por mi propia decisión...
-Wow... Que increíble... -Dijo Maya -.¿Por qué tu aroma era un problema?
-Ya era molesto en las misiones, delataba mi posición, lo que entorpecía las cosas
-¿Misiones? -Preguntó Colin.
-... Soy Robin
-¿¡QUÉ!? -Gritaron sus amigos al mismo tiempo.
-Espera... ¿Entonces te gusta Superboy? -Maya fue la primera en reaccionar rápido, Damian asintió.
-Mierda... Conquistar al hijo de Superman... Amigo, te deseo suerte -Dijo Colin abrazándolo por el cuello -.No te preocupes, te vamos a ayudar
-Pero sigo sin ver el problema con tu aroma -Dijo Maya -.Es muy rico
-Sí amigo, tu tuviste suerte, yo huelo a la fruta maldita -Dijo Colin con desánimo, le había tocado la desdicha de tener el aroma de la fruta que más odiaba. {Papaya}
-A mí me gusta tu aroma -Dijo Maya sonriente.
-Prefiero el tuyo, Maya, es rico también -Dijo abrazándola por la espalda. {Coco}
-Vayanse a coquetear a otro lado -Damian les lanzó un cojín.
★★★
Ya habían pasado tres años desde que Damian había llegado al clan Hokori. Tres años desde que había conocido a sus amigos y dos años desde que había descubierto su amor por Jon.
Damian finalmente había logrado controlar su aroma, dominandolo por completo en cualquier campo, al igual que sus amigos. Solo esperaban a la ceremonia de graduación.
Damian se había hecho cercano al líder, Aki le parecía una persona sabía y bastante interesante.
-Buenos días, Aki -Saludó Damian mientras caminaba por los pasillos.
-Ah, Damian, ¿Vas a entrenar?
-Sí
-¿Dónde están tus amigos?
-Decidieron dormir un rato más -Aki asintió y sonrió.
-Muy bien, entiendo, ¿Puedo acompañarte?
-Me encantaría, señor Hokori -Aki asintió y lo acompañó a la sala de entrenamiento.
-Espero dar una pelea decente -Aki desenvainó su katana.
-La última vez barrió el piso conmigo, no hace falta ser modesto
Aki rió y sin más se lanzó a atacar, la katana bajó en un corte vertical rápido, Damian dió un paso adelante el lado y la hoja pasó rozando su hombro, Aki giró la muñeca, cambiando la dirección de su ataque, haciendo un corte horizontal.
Damian se agachó y avanzó, intentando entrar en su guardia, pero Aki retrocedió dos pasos y lo recibió con un golpe de pomo al estómago.
-¿Te lo estás tomando en serio? -Se burló Aki.
Damian levantó el antebrazo para bloquear un ataque en su dirección y empujó la mano de Aki hacia arriba, obligando la katana a perder momentáneamente la línea.
-Sigues abriéndote cuando vas hacia adelante -Comentó Aki.
Damian no respondió, estaba demasiado concentrado como para lanzar algún insulto, lanzó una patada baja al tobillo, Aki la evitó levantando la pierna y contestó con un corte en diagonal, Damian apenas lo detuvo cruzando su espada, el impacto vibró en sus brazos.
Aki presionó, empujando hacia abajo con fuerza. Damian cedió dos pasos, luego giró su espada para desviar la katana hacia un lado y liberar su postura. Aprovechó el hueco para lanzar un tajo directo al torso, Aki lo bloqueó sin esfuerzo y contraatacó con un corte rápido desde abajo.
Damian saltó hacia atrás, pero no lo suficiente, la hoja le rozó la camisa dejando parte de su pecho descubierto.
-Mejor -Dijo Aki, reconociendo el avance de Damian -.Pero no retrocedas tanto, cedes terreno sin necesidad.
Damian asintió y avanzó de nuevo con una serie de golpes rápidos, Aki bloqueó el primero, desvió el segundo, esquivó el tercero. El cuarto alcanzó a rozarle la muñeca. Aki sonrió, orgulloso de ver crecer a Damian.
-Así sí
Aki pasó a tomárselo en serio, en lugar de atacar con fuerza, comenzó a lanzar movimientos pequeños, impredecibles. Damian tuvo que concentrarse al máximo para seguir la velocidad. Una estocada directa le apuntó al cuello, Damian levantó la espada y desvió el filo, pero Aki ya estaba girando para intentar un corte por la espalda.
Damian rodó al suelo y volvió a ponerse de pie, respirando rápido. Aki volvió a arremeter. Esta vez Damian respondió de frente, las katanas chocaron una, dos, cinco veces en sucesión rápida. Damian metió la rodilla para bloquear el avance, Aki usó el antebrazo libre para empujarlo de vuelta.
En un movimiento calculado, Damian atrapó la hoja de Aki entre la suya y la empuñadura, haciendo palanca. Aki frunció el ceño ligeramente, sorprendido por su movimiento, Damian giró la cadera, intentando desarmarlo.
Aki soltó la espada antes de perderla, avanzó un paso y golpeó a Damian con la palma en el pecho, Damian perdió el balance un segundo. Aki recuperó su katana del aire y la colocó justo en su cuello cuando aún estaba recomponiéndose.
-Tal vez dentro de un año lo logres -Sonrió antes de quitar el filo.
-TT... -Damian se levantó con ayuda de Aki.
Damian salió de la sala para irse a cambiar de ropa, Aki sonrió al verlo salir, entonces uno de sus hombres apareció tras él.
-Mi señor... Ya viene...
La mirada de Aki se tornó fría y severa, se giró para mirar a su subordinado.
-Ya saben que hacer -El joven asintió y se fue, Aki puso las manos tras su espalda y se acercó a la ventana para mirar -.El otoño no es eterno...
★★★
Damian estaba hablando con sus amigos en la habitación, esto lo regañaban por volverse a enfrentar al señor Hokori.
Pero entonces un temblor interrumpió su conversación.
-¿Que está pasando? -Preguntó Maya cuando recuperó el equilibrio. Damian afinó su oído y percibió los gritos.
-Mierda, ¡Nos atacan! -Damian tomó su katana y sus amigos tomaron sus armas y corrieron tras él.
-¿Quienes son? -Preguntó Colin cuando vió a unos sujetos extraños de uniforme negro, el moreno los reconoció de inmediato.
-¡Es la Liga! -Damian desenvainó su katana, pero fue otro filo el que hizo que los miembros de la liga cayeran.
-¡Líder! -Gritaron los tres y se acercaron, este les sonrió.
-Que bueno que están bien, tengan -Les puso a cada uno una mochila.
-¿Aki? -Maya lo miró con confusión.
-Puse algunas de sus pertenencias en las mochilas, las más importantes -Los jóvenes se tensaron.
-¡No! ¡No vamos a huir! -Dijo Colin, tajante.
-¡Podemos ayudar! -Gritó Damian.
-¡No! -Puso las manos rodeando a los tres -.Oficialmente están graduados... Váyanse, no nos deben nada... Sobrevivan mis niños...
-Señor Hokori, por favor, déjenos ayudar -Aki negó.
-Son nuestra última generación... Nuestra generación más joven, nuestro deber es protegerlos a ustedes... Váyanse... -Más miembros de la Liga empezaron a acercarse, Aki desenvainó su katana y se interpuso entre la Liga y ellos -.¡Ya!
Damian apretó los puños, pero finalmente tomo a sus amigos del brazo y se los llevó del lugar.
★★★
El lugar explotó poco después de que los jóvenes lograrán salir, los tres se giraron para mirar el lugar caerse poco a poco.
-Señor Hokori... -Susurró Damian apretando los puños -.Vamonos -Volvió a correr y sus amigos lo siguieron a los lados.
-Estara bien... Tienen qué estarlo, el clan es fuerte -Dijo Maya en un intento de dar ánimos, más para ella que los demás.
-Sí, son fuertes, sobre todo Aki, estoy seguro de que en este momento están barriendo el piso con ellos -Dijo Colin para contribuir.
Damian asintió y siguieron corriendo, pero unos miembros de la Liga se interpusieron en su camino.
-¡Capturen al heredero del demonio! -Indicó uno de ellos.
-TT, típico -Desenvainó su katana y les hizo frente, sus amigos quisieron ayudar pero Damian los detuvo -¡No! ¡Yo los detengo, váyanse!
-Pero- Maya avanzó un paso.
-¡COLIN, LLÉVATELA! -Ordenó Damian mientras intercambiaba golpes con la Liga.
-Damian...
-¡Hazlo! ¡Me buscan a mi, no me mataran! -Colin apretó los puños pero finalmente salió corriendo con Maya.
★★★
Los jóvenes corrieron por el bosque, Maya miraba atrás de vez en cuando, esperando ver a Damian.
Eso no sucedió, en cambio, aparecieron más hombres que los rodearon.
-Maldita sea -Colin y Maya desenvainaron sus armas.
Maya fue veloz, precisa, como una daga, Colin fue brutal, sin la sutileza que Maya tenía.
Maya llevó su daga al muslo de uno y cuando este cayó ella le cortó el cuello, sin perder tiempo giró sobre su eje y su daga atravesó el ojo de otro, haciéndolo caer.
Colin se lanzaba con furia medida, esa que nunca aprendió a controlar por completo. Rompió la muñeca del primero que se atrevió a acercarse, haciendo que soltara el arma, luego con esta misma terminó con su vida.
Dos más se acercaron por el costado de Maya, ella apenas pudo evadir sus katanas y una la hirió en el hombro.
-¡Maya!
-¡Estoy bien, concéntrate! -Dijo mientras giraba la daga y la enterraba en el costado del primero.
-Maldita sea... -Dijo mientras seguía defendiéndose, no podía darse el lujo de distraerse, tenía a cinco encima de él.
Maya se defendió con rudeza, intentando atinar a puntos vitales, sin embargo uno logró tomarla del brazo y torcerla.
-¡AGH! -Soltó la daga. El otro no dió clemencia y empujó el filo de su katana hasta que salió de su pecho.
-¡¡MAYA!! -Ese segundo de despiste hizo que su costado fuera atravesado sin mayor problema.
Se quedó sin aire, pero Colin reunió las fuerzas que le quedaban y las potenció con su ira y dolor. Arremetió con los hombres quedaban, no se detuvo hasta exterminarlos, a pesar de que las cuchillas siguieron rozando su piel.
Cuando finalmente terminó, dejó caer la katana y se acercó tambaleante hacia Maya. Sin embargo, antes de llegar a ella, cayó al suelo. Extendió su mano hacia ella, sin poder alcanzarla.
-Maya... -Y esas fueron las últimas palabras que dijo antes de que todo se tornará negro.
★★★
La fortaleza había cedido, los escombros de lo que una vez fue ahora estaban por todas partes, la gran mayoría habían muerto sin la posibilidad de escapar.
El líder estaba de rodillas en el suelo las heridas de su batalla lo habían dejado incapaz de seguir peleando. Y ella lo aprovechó, se acercó como el filo de una espada, lenta pero mortal.
-Tienen algo que me pertenece -Talia le puso una daga contra el cuello.
-No lo encontrarás aquí... Bruja -Dijo el líder, jamás entregaría a ninguno de sus niños.
-Entonces no me sirves -El líder sonrió y la daga lo atravesó.
★★★
Damian corría por el bosque a toda prisa, buscaba a sus amigos con urgencia, pero cuando los encontró, todo su mundo se detuvo.
-¡¡Colin!! ¡¡Maya!! -Damian cayó de rodillas, solo podía ver la sangre expandirse en un charco desgarrador -.No... no, no, no, no -Se agarró la cabeza con ambas manos.
Al cielo se lanzó un grito desgarrador, miembros de la liga lo escucharon. Pero los que se acercaron no vivieron para contarlo.
Damian cabó un gran agujero y luego, con cuidado, depositó a sus dos amigos juntos, con Colin abrazando a Maya, luego con todo el peso del mundo en sus hombros, los enterró y colocó una torre de piedras, para poder encontrarlos si es que volvía a buscarlos.
Damian se sentó en el árbol tras la tumba y abrazó sus piernas, se quedó ahí hasta que dió el amanecer. Suspiró pesadamente y tomó su mochila antes de empezar a caminar.
«Es hora de volver a Gotham» Emprendió su camino a Gotham, el cielo, indiferente a la perdida de Damian, estaba perfectamente despejado y azulado, un azul que le hizo recordar a Jon.
«Jonathan...» Se detuvo un momento para ver ese cielo azulado «Me pregunto... ¿Cuánto habrá cambiado mi niño llorón?» una pareja de pájaros pasó por encima de su cabeza, volaron hacia adelante, como si guiarán el camino, hasta perderse en ese azul.
★★★
Damian caminó sin rumbo durante horas, la noche había caído, sus ojos apagados y cansados. Finalmente se detuvo cuando vió una silueta frente a él.
Alzó la katana, sin fuerzas, pero la alzó, la silueta se acercó lentamente. Damian ya no podía mantenerse en pie y cayó de rodillas, la silueta se apresuró para atraparlo.
-Damian... -El moreno reconoció está voz.
-Tim... -Cerró sus ojos y la katana cayó al suelo con un ruido sordo.
-Tranquilo... Ya te tengo, hermanito... Te llevaré a casa... Descansa... -Lo acunó un rato hasta que esté durmió y lo cargó para llevarlo al vehículo, donde lo acostó en la parte de atrás y lo cobijó -.Ya estás a salvo... Damian -Acarició su cabello y se subió al asiento del conductor para emprender el camino.
