En un campo de entrenamiento, se puede deslumbrar a un joven blandiendo un bokken.
Ese joven solo vestía un par de pantalones cortos, dejando su torso al descubierto.
El joven tenía un cuerpo fuerte y bronceado y en su cuerpo se podían deslumbrar innumerables cicatrices, fruto de su arduo entrenamiento.
Ese joven con cuerpo fuerte y bronceado, pelo rojo oscuro, ojos de color avellana, rostro común, pero con un aura extraordinaria, era Luth Droven.
En unos metros de él, se encontraba a un joven descansando con los ojos cerrados, bajo la sombra de un árbol.
Con una apariencia sobresaliente, cejas como espadas, sus ojos azules, pelo rojo escarlata, piel blanca como porcelana, ejem… Ese joven que era tan guapo como los lectores es: Reik Droven.
'Mierda, llevo 16 años en este mundo, al principio había asumido que había reencarnado en el mundo de Baki.
¡Justo cuando pensé que mi rutina diaria en esta nueva vida consistiría principalmente en pelear contra la familia Hanma y en participar en torneos de las artes marciales, había descubierto que no podría estar más equivocado, pero bueno, tampoco se me puede culpar, después de todo, mi dedo dorado sería el linaje Hanma.
Aún me causa gracia recordar el proceso de descubrir en qué mundo estaba.
"¡Hermano! deja de holgazanear, ven a entrenar conmigo, hay que estallar nuestro poder de la juventud" grita Luth emocionado.
'Tsk tsk.. y en proceso para descubrir el lugar de donde había reencarnado, lastimosamente también terminé creando una clase de bestia azul del mundo cotidiano.'
'Todo empezó hace unos 4 años.'
//Comienzo del flashback.//
"Hermano, ¿por qué tenemos que venir a Japón?" pregunta Luth mientras mira a su hermano que acaba de pedirle permiso a nuestro padre para que nos llevara de viaje de vacaciones a Japón.
"Para hacernos más fuerte." Respondo.
"¿Estás seguro? ¿qué vamos a hacer en Japón? ¿aprender karate?" pregunta Luth con dudas.
"Algo así..." respondo vagamente, sin intención de profundizar en el tema.
Después de mucha búsqueda en Internet sobre Yuhiro Hanma o de los personajes famosos del anime como: Orochi Doppo y Kaku Kaioh, había llegado a la conclusión de que no había reencarnado en el mundo de Baki.
Después de saber que no había reencarnado en Baki, concluí que, ya que había renacido en una familia adinerada en Estados Unidos, tenía una mayor posibilidad de haber renacido en una serie o película americana.
Pero, por desgracia, me había vuelto a equivocar. Ya habiendo descartado la idea de haber renacido en una serie o película americana, me volví a inclinar ante la posibilidad de haber renacido en un anime.
"Hermano, ¿por qué el mío no es tan grande y venoso como el tuyo?" pregunta de repente Luth mientras me mira fijamente con pequeñas estrellas en los ojos.
La pregunta de Luth me sacó de mis pensamientos. "No hay nada que se pueda hacer, es natural", respondo seriamente, mientras pienso por dónde empezar a buscar, para encontrar señales que reconozca de algún anime o algo similar.
"Es imposible que eso sea natural", dice Luth, sin creerlo.
Pongo los ojos en blanco mentalmente, ante su insistencia.
"Claro que sí, es genética", respondo mientras enseño mis músculos.
"Pero somos hermanos gemelos", dice Luch con indignación, pero luego se acerca con una sonrisa y me abraza por el hombro "¿Vamos, hermano? Dime el secreto de cómo tener unos bíceps como los tuyos", pregunta Luth con entusiasmo.
"Mira, mi querido hermano, si quieres tener unos músculos tan fuertes como los míos, solo es cuestión de usar mi rutina; solo te lo diré una vez, presta mucha atención", le digo seriamente, pensando en una rutina de un anime, para que se distrajera y me dejara en paz, y así seguir pensando en mis siguientes pasos.
"¡Sí, hermano!", responde Luth con entusiasmo.
"Tienes que hacer ciento de flexiones, ciento de abdominales, ciento de sentadillas al aire y diez kilómetros de carrera." Respondí seriamente, esperando que mis tonterías hiciera que me dejara en paz.
//Unos meses después.//
En medio del campo se podía ver a un joven haciendo flexiones, mientras sudaba profundamente.
"¿Hermano, qué haces haciendo flexiones con este calor que hace?", pregunté confundido, mientras me acercaba a mi hermano.
"Hermano, estoy haciendo las series de entrenamiento que me dijiste", respondió Luth seriamente sin intención de detenerse.
Una gota de sudor salió de mi frente: 'Este hermano tonto, creyó en las tonterías que le dije'.
'No puedo creer que de verdad haya tomado en serio mis palabras de aquel día; bueno, como sea, puede que de verdad le sirva para algo, no es como si fuera a quedar calvo y luego volverse invencible, ¿verdad?'
"Bueno, deja de hacer tu entrenamiento y descansa, que mañana nos vamos a unir al dojō para aprender kendō." Le dije a mi hermano, mientras me alejaba rápidamente de él, para evitar que me contagiase sus tonterías.
//'Una semana después' //
Estaba mi hermano sentado en un banco llorando con la espada en la mano.
Hace unos días su maestro le dijo que no tenía talento para la espada, esas noticias fueron para mi hermano un golpe duro, ya que había tomado como meta convertirse en campeón en kendō a nivel local y luego nacional.
En cambio, yo era muy bueno, aunque no había puesto mucho empeño al aprender kendō, lo dominé fácilmente, no me dediqué mucho a aprender ya que no me gusta usar mucho espadas o cualquier otro tipo de arma, ya que prefiero luchar con mis puños.
Pero no puedo evitar deprimirme al ver el estado de mi hermano; he visto lo mucho que se ha esforzado aprendiendo.
El maestro de kendō recomendó que buscara otra arma que le conviniera, pero mi hermano, como siempre, fue obstinado, clamando que quería entrenar más duro, hasta lograrlo. Tsk, si yo fuera un protagonista de *harem*, ejem, protagonista de artes marciales, entonces mi hermano es un protagonista de género *shōnen*.
"Hermano, deja de llorar." Le digo a Luth, mientras me siento a su lado.
"Para qué sirve que me haya esforzado tanto, si no puedo volverme un verdadero espadachín." Responde Luth mientras sigue llorando.
"Tienes razón, todos los esfuerzos son inútiles… si no crees en ti mismo." Le digo mientras lo miro a los ojos y comienzo a inventar tonterías, con tal de que deje de estar deprimido.
"No creo poder volverme un verdadero espadachín." Respondió Luth deprimido.
Sin poder evitarlo más, golpeo a Luth en el rostro y le grito: "¿Qué pasa con tu actitud?! ¡Nunca volveremos a ser jóvenes así!, No siempre es posible lograr lo que queremos, pero es importante intentar algo antes de rendirnos. Debes conocer el poder... de la juventud."
En ese momento, sentí como si hubiera despertado algo en su mente.
'No sé por qué, pero tengo el presentimiento que me voy a arrepentir.'
//Fin del *flashback*//
"¡Vamos, hermano! ¡Hay que mostrar el poder de nuestra juventud!" Grita Luth emocionado.
'Uf… Me arrepiento de haberle dicho esas palabras, ¿por qué no se me ocurrieron otras frases de motivación?'. Pienso deprimido, al ver en lo que se había convertido.
"Sí, sí, ya voy." Respondo con cansancio, mientras busco mi *bokken*.
Al comienzo solo quería usar mis puños para pelear, hasta que mi hermano empezó a insistir que entrenara con él.
"Hermano, ¿estás listo? Porque no pienso contenerme" Le digo mientras me acerco a él con una sonrisa maliciosa.
"Sí, ya estoy listo, ven con todo, no te contengas." Contesta Luth con entusiasmo.
Tsk, calculando faltan dos horas para que venga mi novia. Jeje, le daré una paliza para que no tenga fuerzas de molestarme en mi tiempo a solas con Miko.
Jajaja, no pude evitar reírme lascivamente al pensar en cómo llegaba a convertirme en el señor del harén... ejem, en cómo llegaba a convertirme en un gran exorcista.