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Chapter 4 - capitulo 4 hospital aventura

⭐ EPISODIO 4 — “HOSPITAL AVENTURA”

INT. HOSPITAL – HABITACIÓN 22 – DÍA

La escena abre con Eiden A tumbado en la cama, lleno de vendas, con un yeso en la pierna, el brazo en cabestrillo y la cara toda golpeada.

El monitor hace bip bip lentamente.

Silencio.

De repente—

PUUUUUMMMM

La puerta se abre de una patada.

Entra Riku, gritando como si estuviera entrando a una guerra:

Riku:

—¡¡¡EIDEENNNNN!!! ¡¡¡BROOOO!!! ¡¡¡¿SEGUÍS VIVO?!!!

Eiden lo mira con la cara completamente muerta.

Eiden A:

—Riku… hablá despacio o te tiro el suero por la cabeza.

Riku se acerca llorando exageradamente tipo anime chibi.

Riku:

—¡Pensé que estabas muerto, brooo! ¡Te juro que cuando te vi ensangrentado dije: “uh, sí, está muerto”! ¡Re mal!

Eiden:

—…Gracias por la confianza.

De repente, se escucha un grito desde la habitación de al lado.

Voz:

—¡¡NOOOOO!! ¡YO NO PEDÍ UN JUGO DE MANZANA, PEDÍ DE DURAZNOOOOO!

Eiden gira lentamente la cabeza.

Eiden A:

—No… puede ser…

Riku:

—Ah sí, esa también llegó herida, creo que casi la partieron al medio.

Eiden:

—¿LIA ESTÁ ACÁ?

Riku:

—Sí bro, está actuando como si estuviera en el fin del mundo.

CUT → HABITACIÓN 23

Lia está envuelta como una momia. Solo se le ven los ojos.

Hay 18 cajas de jugo apiladas en la mesita.

Lia (gritando):

—¡¡ESTOS JUGOS NO TIENEN AZÚCAR!! ¿CÓMO QUIEREN QUE ME CURE? ¿CON AGUA? ¿ACASO SOY UNA PLANTA?

La enfermera está destruida mentalmente.

Enfermera:

—Yo… renuncio.

Lia se da vuelta, ve a Eiden en la puerta y hace un ¡KYA! típico anime.

Lia:

—E-Eiden… ¡oh! ¡Hola! ¡Yo no estaba gritando! ¡Fue la otra Lia! ¡Eh… mi gemela!

Detrás de ella no hay nadie.

Eiden suspira.

La puerta del pasillo se abre con fuerza y entra Azu, la aventurera creída, con dos guardias detrás cargándole el bolso como si fuera famosa.

Azu mira a todos desde arriba, con esa cara de “ustedes, pobres mortales”.

Azu:

—Qué bajo nivel…

Un hospital lleno de incompetentes.

Y vos— mirando a Eiden —te dejaste lastimar. Patético.

Eiden levanta la ceja.

Eiden:

—Azu, vos también saliste volando en la pelea. Literalmente. Te vi volar.

Azu se sonroja y señala a Eiden con enojo.

Azu:

—¡Me resbalé! ¡El piso estaba mojado! ¡¡MENTIRA NO FUE MI CULPA!!

Riku asoma por atrás:

Riku:

—Bro, creo que está enamorada de vo—

Azu (gritando):

—¡¡CÁLLATE, RIKU, SOS UN IDIOTAAAAAAAAA!!

Riku queda electrificado en el aire por el grito.

De repente…

PSSSSSSHHHHH

Lia se cae de la cama como una momia rodando por el piso.

Lia (rodando):

—¡Estoy bien! ¡Así practico mis técnicas secretas!

Eiden pone cara de “ya está, me quiero ir de este anime”.

Riku se acerca a ayudarla…

Pero pisa un cable.

Riku:

—¿Y si saco esto?

Apaga accidentalmente el monitor de Eiden.

Eiden:

—Riku.

Riku:

—¿Sí?

Eiden:

—Dejame morirme tranquilo.

Los cuatro están juntos en la habitación de Eiden:

• Lia sentada en el piso envuelta como momia

• Riku comiendo gelatina del hospital

• Azu con cara de princesa superior

• Eiden tratando de no perder la paciencia

La cámara se aleja.

Narrador:

—Y así… empezó la recuperación del “equipo más disfuncional del mundo”.

¿Podrán comportarse una sola

“EL ENTRENAMIENTO DEL DÉBIL”**

INT. HOSPITAL – HABITACIÓN 22 – TARDE

Eiden está sentado al borde de la cama.

Todavía vendado, todavía cansado…

Pero tranquilo.

Una luz entra por la ventana, suave.

Eiden (susurrando):

—Gracias, Dios… por darme un día más.

No soy fuerte… pero mientras respire, voy a seguir intentando.

Riku, que estaba al lado comiendo gelatina, se emociona por 2 segundos… y después:

Riku:

—Bro… te juro que sos tan bueno que dan ganas de abrazarte…

¡pero me da miedo romperte otra costilla!

Eiden sonríe, humilde.

Lia entra a la habitación arrastrando el suero

Sigue vendada como momia, pero se esfuerza por caminar.

Lia:

—Eiden… ¿ya estás entrenando mentalmente?

¿O solo estás mirando la pared otra vez?

Eiden:

—Estoy agradeciendo.

Si Dios me deja despertarme… tengo que dar lo mejor.

Lia baja la mirada, con un leve rubor.

Lia:

—Sos… demasiado puro para esta gente.

Ni siquiera sé cómo seguís vivo rodeado de idiotas.

Eiden ríe bajito.

Azu aparece apoyada en la puerta

Con los brazos cruzados, arrogante como siempre.

Azu:

—Entrenar en un hospital…

De verdad sos raro.

Un perdedor raro… pero con suerte divina, supongo.

Eiden se inclina un poco.

Eiden:

—Dios cuida a los tontos, dicen.

Pero yo quiero dejar de ser uno.

Azu mira hacia otro lado, molesta porque no sabe qué contestar.

Eiden intenta levantarse

Se agarra del borde de la cama.

Se le doblan las piernas.

El monitor empieza a sonar más rápido.

Riku:

—¡BRO, NO! ¡EL DOCTOR DIJO QUE NO TE LEVANTES POR TRES DÍAS!

Eiden (respirando hondo):

—Si espero tres días…

seguiré siendo débil tres días más.

Lia:

—¡Te vas a romper! ¡No seas tonto!

Azu:

—Al menos pedí ayuda, inútil.

Eiden se pone de pie

Las vendas se tensan.

Le duele.

Pero sonríe tranquilo.

Eiden:

—Si Dios me dio piernas… es para caminar hacia adelante.

Aunque duela.

Aunque me caiga.

Aunque se rían de mí.

Riku se emociona.

Riku:

—Bro… sos un héroe…

un héroe débil… pero un héroe…

Lia asiente con orgullo.

Azu mira a Eiden con un leve brillo en sus ojos, aunque hace como que no le importa.

Eiden empieza a entrenar en el hospital

Es completamente ridículo y épico a la vez:

• hace flexiones… y se cae en la segunda

• intenta sentadillas… y tiembla entero

• hace oración mientras entrena, calmado

• Riku le sostiene el suero como si fuera un estandarte ninja

• Lia lo anima tímidamente

• Azu critica, pero NO se va

Eiden (jadeando):

—Dios… dame fuerza…

Para no rendirme… nunca.

Un pequeño salto de tiempo

Eiden está cansado, sudado, pero feliz.

Incluso los enfermeros lo observan en silencio.

Uno de ellos murmura:

Enfermero:

—Ese chico…

de verdad cree.

Otro responde:

Enfermera:

—Y por eso… sigue levantándose.

Es difícil no admirarlo.

Eiden termina su mini-entrenamiento

Con una mano en el pecho, mirando hacia arriba.

Eiden:

—Gracias por acompañarme… a todos.

No soy fuerte…

pero voy a serlo.

Riku aplaude como foca.

Lia sonríe bajo sus vendas.

Azu lo mira y murmura bajito, casi inaudible:

Azu:

—Idiota…

pero admirable.

Fade out.

Perfecto, Big.

Acá viene la Parte 3 del Episodio 4, totalmente en estilo anime, ligera, cómica cuando toca, con Eiden tierno, bueno, esforzado, creyente pero sin sobrecargarlo, y con Azu entrenándolo mientras él sigue siendo débil pero mejora poquito a poquito.

“Los meses del loco bueno”

El episodio arranca con un mini-montaje anime, pero gracioso:

— SEIS MESES DESPUÉS —

En el dojo de la escuela, se escucha un:

—¡¡EIDEN, LEVANTATE!!

Azu está de pie con los brazos cruzados, la mirada seria… mientras Eiden está tirado boca abajo en el piso, con un palo de entrenamiento roto al lado.

Eiden (tirado, voz temblorosa):

—Estoy… procesando el aprendizaje… señorita Azu…

Azu:

—Procesando mis patadas en tu cara, eso sí.

Una música cómica suena.

ESCENA: El entrenamiento eterno

Eiden se para muy lento, temblando.

Azu se le acerca y le pone una mano en la frente.

Azu:

—Tenés fiebre… otra vez. ¿No descansás nunca?

Eiden (sonriendo):

—Si descanso, no mejoro. Y si no mejoro… sigo siendo un estorbo.

Azu frunce el ceño, pero en el fondo se ve que le da pena.

Azu:

—No sos un estorbo. Sos… bueno, sos vos.

Suspira.

—Pero igual estás entrenando horrible.

Cae un globo de texto gigante sobre Eiden que dice:

“DEMASIADO HONESTA”

En el patio de la escuela, varios estudiantes lo ven hacer flexiones mientras se cae cada 3 segundos.

Chica random 1:

—Ese chico… está hablando solo mientras entrena.

Chico random 2:

—Sí, siempre dice cosas como “Gracias Dios por otro intento” y después se tropieza.

Yo creo que está un poco mal de la cabeza.

Chica random 1:

—Pero me cae bien igual, es re bueno.

Corte a Eiden:

Eiden estaba tratando de levantar una pesa, se le va para atrás y cae al pasto.

Eiden (mirando al cielo):

—Perdón por fallar otra vez… pero dame fuerzas… una más…

Y se levanta.

Los estudiantes detrás:

—Sí, definitivamente está loco.

—Pero es nuestro loco.

Azu lo hace correr alrededor del dojo.

Eiden va jadeando como si fuera a morir.

Azu:

—Che, Eiden. ¿Puedo preguntarte algo sin que te desmayes?

Eiden (corriendo):

—Intentaré no morirme en el intento… sí…

Azu:

—¿Por qué seguís creyendo en… eso?

—Un “Dios”, digo. Nunca lo veo ayudarte realmente. Siempre te caés, siempre te lastimás, siempre sufrís.

—¿Qué es lo que te hace creer?

Eiden frena despacito.

Se queda quieto, respirando fuerte, pero con una sonrisa suave.

Eiden:

—Es porque… cuando era chico…

—Yo no tenía a nadie que me dijera “podés hacerlo”.

—Así que… busqué algo que sí lo hiciera.

—Y aunque muchos no lo crean real…

—Para mí, simplemente es… alguien que me cuida cuando nadie más lo hacía.

Azu lo mira en silencio.

Por primera vez, sin chistes.

Azu:

—Eso… es más maduro de lo que esperaba de vos.

Eiden (ríe):

—Siempre espero que los demás se rían de mi respuesta, así no me pongo nervioso…

Azu:

—Yo no me río. Igual sos tonto, pero… sos un tonto con corazón.

Golpea su frente con un dedo.

Azu:

—Dale, seguí corriendo antes de que me arrepienta.

Eiden corre otra vez, casi tropezando.

Montaje rápido:

• Eiden hace una flexión → se cae → Azu se ríe pero lo ayuda.

• Eiden intenta pegar un golpe → Azu lo detiene con un dedo.

• Eiden corre → se cansa → Azu lo arrastra del cuello del uniforme.

• Eiden levanta una pesa → la levanta 2 segundos → se le cae encima → Azu lo salva justo a tiempo.

Mini texto en pantalla:

“Nivel actual: MUY DÉBIL”

“Progreso: +0.3%”

Azu lo mira mientras él intenta meditar… y se duerme sentado.

Azu:

—No sé cómo alguien tan bueno puede estar tan arruinado físicamente…

Mira el cielo.

Azu:

—Pero supongo que… así empieza un héroe, ¿no?

Eiden se despierta sobresaltado:

Eiden:

—¡Presente! ¿Ya empezó la clase?

Azu:

—No, pero terminó tu cerebro.

Corte cómico.

Eiden está intentando levantar una pesa.

La pesa ni se mueve.

Él está rojo como un tomate.

De repente, se escucha:

—¿Aún no podés levantar eso, Eiden? Pensé que ya eras un superhéroe o algo.

Eiden gira…

y ahí está Lia, con el brazo vendado, pero sonriendo con esa vibra de amiga que te reta y te quiere.

Eiden (feliz):

—¡Lia! ¿Ya estás mejor?

Lia:

—Más o menos, pero vine a ver si vos seguías vivo.

Lo mira de arriba abajo.

—Y parece que sí… milagro.

Eiden sonríe con esa inocencia adorable suya.

De la nada:

¡BOOOOM!

Una puerta se abre de un golpe.

Riku entra con una venda en la cabeza y dos muletas…

pero en cuanto pisa, se tropieza con una piedra inexistente y cae de cara.

Riku:

—¡¡MI MALDITA EXISTENCIA!! ¡¿QUIÉN PONE UNA PIEDRA INVISIBLE AQUÍ?!

Lia:

—Riku… eso fue tu propio pie.

Riku, tirado:

—Mis enemigos son fuertes…

Eiden se acerca a ayudarlo.

Eiden:

—Tranquilo, Riku. Te levanto.

Riku lo mira como si hubiera visto un ángel.

Riku:

—Eiden… vos… sí sos bueno.

—Azu no te merece.

Azu aparece detrás de él, como una sombra demoníaca.

Azu:

—¿Qué dijiste, insecto herido?

Riku tiembla en HD.

Azu se cruza de brazos con una sonrisa arrogante.

Azu:

—Bueno, ahora que vinieron estos dos estorbos, puedo mostrar mis habilidades frente a más público.

—Observen cómo entreno a Eiden.

—Una futura leyenda… gracias a mí, obviamente.

Lia la mira con cara de:

“¿Esta chica se escucha hablar?”

Riku la mira con cara de trauma.

Eiden, en cambio, sonríe:

Eiden:

—Gracias, Azu… por dedicarme tiempo.

Azu se atraganta con su propio ego por un segundo.

Azu (tos falsa):

—C-claro, querido alumno. Solo una diosa como yo entrena a alguien tan… bueno.

Azu da la orden:

Azu:

—¡Eiden, posición de combate!

—¡Riku, Lia! Ustedes observen y tomen nota.

Azu lanza un golpe rápido, solo de demostración.

Eiden intenta bloquear…

Pero su brazo se va para atrás como si fuera de goma.

Eiden:

—¡Azu, Azu, Azu—!

—¡¡ME ESTOY YENDO PARA ATRÁS!!

Eiden gira como trompo y cae en una pila de hojas secas.

Un sonido de poof aparece en pantalla.

Lia se tapa la boca para no reírse.

Riku no se tapa nada.

Riku:

—JAJAJAJAJAJAJA—

(Azu le mete un golpe en la cabeza sin mirarlo).

Riku:

—ay…

Azu suspira, aunque está medio divertida con sus tonterías.

Azu:

—Eiden…

—¿Cómo hacés para seguir intentando si te sale todo mal?

Eiden se sienta en el piso, mirando sus manos.

Eiden (calmo, suave):

—Porque cada vez que me caigo… siento que me están dando otra oportunidad.

—No importa si fallo diez veces… mientras me levante once.

—Así sé que no estoy solo.

Azu se queda quieta.

Lia sonríe un poquito.

Riku quiere decir algo dramático, pero se tropieza solo y se calla.

Azu, decidida:

Azu:

—¡Muy bien! Como grupo vamos a ayudar a Eiden a dejar de ser tan inútil.

Riku:

—¿Por qué siento que voy a sufrir?

Azu:

—Porque vas a sufrir.

Lia levantando la mano:

—Yo voto que no hagamos nada peligroso.

Azu:

—Voto rechazado.

Eiden (sonriendo):

—Voy a hacer lo mejor que pueda.

—Dios me dio un cuerpo frágil, pero un corazón fuerte.

Riku:

—BRO… ¿cómo hacés para decir cosas tan lindas sin darte cringe?

Lia:

—Es Eiden. Es inmune al cringe.

Azu:

—Y al talento.

Eiden hace una reverencia infantil:

Eiden:

—Gracias por estar conmigo.

Los tres lo miran…

y aunque se burlan, se nota que lo quieren.

Pantalla con texto brillante:

“EL EQUIPO MÁS DESASTROSO DE LA ESCUELA… COMIENZA SU ENTRENAMIENTO.”

Eiden está en medio del patio.

Azu, Riku y Lia están alrededor de él como si fueran un equipo profesional…

pero claramente no lo son.

Azu (sacando una tabla):

—Bien. El objetivo del día es simple:

—¡Hacer que Eiden no sea tan limitado!

Riku:

—Mis condolencias anticipadas, bro.

Lia:

—¿Podemos empezar suave? Solo un poquito.

Azu levanta una caja enorme.

Azu:

—Claro, suave. Vamos a empezar con esto.

Riku palidece.

Riku:

—ESO SUAVE NO ES, PICHONA DE SATANÁS.

Azu sonríe como un jefe final antes de matar a alguien.

Azu da la orden:

Azu:

—¡Eiden, esquivame!

—Voy a atacarte despacio.

Eiden asiente, motivado.

Azu hace un golpe… que en su cabeza es “lento”…

pero en realidad es un misil.

Eiden:

—¡¡WAHHH—!!

Se tira al piso de panza y rueda por error hasta chocar contra Riku.

Riku cae con él.

Riku:

—BROOOO, ¿POR QUÉ SOY UN IMÁN DE DOLOR?

Lia mira la escena como si fuera un accidente en cámara lenta.

Lia:

—Creo que tu golpe ‘lento’ es demasiado rápido, Azu…

Azu:

—Yo no tengo configuraciones de velocidad bajas.

Lia les da pequeñas pesas de plástico.

Lia:

—Bueno, empecemos con algo seguro.

Eiden levanta la pesa.

¡La levanta!

Por primera vez.

Los tres se sorprenden.

Riku:

—¡BROOOO, lograste levantar algo sin morirte!

—¡EL GIGACHAD DE PLÁSTICO!

Eiden sonríe orgulloso.

Eiden:

—¡Creo que estoy mejorando!

De repente, Azu pone otra pesa…

solo un poquito más pesada.

Eiden toca la pesa…

Eiden:

—…

—…

—No puedo levantarla…

—¡ME ESTÁ GANANDO!

La pesa ni se mueve.

Eiden se queda mirando la pesa como si fuera un enemigo con aura demoníaca.

Azu suspira.

Pero le palmea la cabeza, suave.

Azu:

—Sos un desastre… pero un desastre que no se rinde.

—Eso vale más que una pesa.

Eiden se sonroja.

Riku y Lia lo miran tipo:

“¿Azu siendo amable? ¡Screenshot!”

Los cuatro se sientan al borde del jardín mientras cae el atardecer.

Eiden tiene el pelo despeinado, ropa rota, está muerto… pero sonriente.

Lia:

—Eiden… sos increíble, sabías?

—No por ser fuerte.

—Sino porque… nunca te enojás, nunca te rendís… siempre tirás buena vibra.

Riku:

—Sí, bro.

—Sos tan bueno que parecés NPC tutorial, pero de los lindos.

Eiden ríe.

Azu lo mira de lado, un poco más seria.

Azu:

—Eiden. ¿Nunca te cansa… creer que podés mejorar?

—Muchos en tu lugar ya se hubieran rendido.

Eiden baja la mirada y sonríe suave.

Eiden:

—Todos nacemos débiles.

—Pero… si alguien me dio este cuerpo…

—debo honrarlo intentando mejorar, aunque sea de a poco.

—Y si me caigo… pues me levanto.

—Así siempre vuelvo más cerca de donde quiero estar.

Silencio.

Los tres lo miran como si hubieran escuchado algo muy puro.

Riku traga saliva, emocionado.

Riku:

—Bro…

—te juro que cuando hablás… me siento una mala persona.

Lia ríe.

Azu se cruza de brazos tratando de no mostrar que le gustó lo que dijo.

Azu se pone de pie.

Azu:

—Bueno, inútiles.

—Es hora de un último entrenamiento para cerrar el día.

Riku:

—¿El último? ¡DE LETRAS POR FAVOR!

Lia:

—¿Qué vamos a hacer?

Azu sonríe.

Azu:

—Una carrera hasta el portón de la escuela.

—El último en llegar…

—¡me invita una bebida!

Riku grita:

Riku:

—¡NOOOOOO, SOY MALÍSIMO CORRIENDOOOO!

Eiden sonríe.

Eiden:

—Podemos hacerlo todos juntos.

—Aunque sea despacio.

Lia le da un golpe suave en el hombro.

Lia:

—¡Vamos, Eiden! Esta ya la ganás seguro.

Riku:

—Sí, yo me voy a caer a los cinco metros, así que ya tenés ventaja.

Azu da la señal:

Azu:

—¡LISTOS!

—¡YA!

Salen corriendo.

Riku cae a los 3 metros.

Lia retrocede para ayudarlo.

Azu corre como si tuviera jets en los pies.

Eiden corre todo torcido pero con una sonrisa enorme.

“Aunque todavía es débil… el corazón de Eiden crece más rápido que sus músculos.”

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